Si las hermanas Crawley abandonasen los años 20 y quisiesen viajar en el tiempo, aterrizarían, sin duda, en el desfile de Teresa Helbig que tuvo lugar ayer, en la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM). Una lámpara de araña virtual muy 2.0 se instalaba al principio de la pasarela para ver pasar la serenidad irreverente de esas it-girls nobiliarias que buscan su propia personalidad.
La fiesta hubiese sido convocada por Lady Rose Aldridge (interpretada en la serie por la actriz Lily James) ante la atónita mirada de su tío, el VII Conde de Gratham, que hubiese aguantado estoico el chaparrón de puntillas, sedas y encajes de chantilly. Al menos, la esencia British se mantiene intacta; (suspira el Conde).
Amplios salones, abarrotadas bibliotecas con decenas de butacones dispuestos para el divertimento y el descanso. Escopetas de caza y, por supuesto, una chimenea en cada habitación. Una merienda de niñas que saben estar, gracias a su exquisita educación, pero que empiezan a entender la belleza de otra forma. Frente a los tejidos clásicos en tweed, terciopelo y otomán; aparecen los terciopelos de colores y unos profundos escotes rectangulares en la espalda.
Una aristocracia heredada con el gesto extravagante y rebelde de unas chicas que crecen en un mundo dominado por hombres y se enfrentan a su primer dilema: ciervos o perlas, perros de caza o mini-vestidos en azul con sutiles transparencias. Y es que, en ellas, lo masculino se mezcla con lo femenino con una elegancia sobria que mantiene cierto romanticismo.
Un abrigo en crudo de cuello alto de muflón de lana, un esmoquin en brocado de seda con el escudo familiar bien visible y faldas que se confeccionan a base de tules. Un respeto por la tradición al que las chicas le dan cierto toque chic e indolente.
Desde los colores más campestres, como el verde o el rojo, hasta el azul marino o el rosa palo. Jerséis de cashmere, clásicos ugly shoes en tartán rojo y, por supuesto, sus coronas de princesa. Son chicas que quieren elevarse con voz propia, testarudas pero inocentes que buscan una identidad propia y montan en el castillo familiar su inocente #Helbigang.