La gala de los Oscar que tuvo lugar anoche en el Dolby Theatre de Los Angeles vino cargada, sobre todo, de malentendidos. Aunque el más sonado, sin duda alguna, fue el error del actor Warren Beauty al entregar el premio a la Mejor Película (que se lo dio, por decisión propia, a La La Land; cuando en realidad la triunfadora de la noche estaba llamada a ser Moonlight); la actriz Meryl Streep no se salvó, tampoco en esta, de verse envuelta en polémica.
Durante los Globos de Oro el pasado mes de enero por su combativo discurso de agradecimiento que ponía al presidente Donald Trump contra las cuerdas; anoche, por el rechazo a una de las grandes firmas de la moda, Chanel. Según confirmada el portal de información norteamericano WWD, Streep habría rechazado llevar el diseño que días antes habría encargado a la maison, por no venir acompañado de un cheque por llevarlo.
La actriz no sería la primera ni la última en hacerlo. Muchas celebrities aprovechan su caché para, además de recibir como regalo el vestido con el que se pasean por una alfombra roja, cobrar por ello. Y es que al final, no hay mejor publicidad. Sin embargo, Meryl Streep lo desmiente.
Tanto Chanel como la actriz han querido dar su versión de los hechos, construyendo así una historia creíble y bastante consistente. La expectación sobre cuál sería finalmente la elección de Streep nos mantuvo a todos atentos, hasta que la vimos aparecer en la alfombra roja con un diseño off-the-shoulders en azul intenso, ajustado a la cintura por un finísimo cinturón, diseñado por Elie Saab. Una elección que, sin duda, fue perfecta.
La actriz, que acudía a la gala con un récord de veinte nominaciones, confirmó el sábado por la noche a WWD a través de su publicista Leslee Dart, que “se sentía difamada y que, incluso, había contactado con sus abogados para ver las opciones que tenía”. Dart aseguraba, además, que la actriz “nunca había recibido dinero por llevar los diseños de los modistos en sus más de treinta años de carrera profesional y que no iba hacerlo ahora”.
Por su parte, Chanel lanzaba un comunicado en el que confirmaba que la casa francesa “había mantenido conversaciones con la estilista de Meryl Streep, Micaela Erlanger, para confeccionarle un vestido que llevar a la gala de los Oscar, asegurando además que estaba considerando diseños de otras casas de moda como opciones”. Erlanger se puso en contacto días después con la maison para confirmarles que “Streep no escogería a Chanel para la alfombra roja, sin dar motivo alguno”. Por ello, el equipo de Karl Lagerfeld terminaba su comunicado “expresando su continuo y profundo respeto por Ms. Streep”. Las razones, sin embargo, nunca las sabremos.
En lo que sí coinciden ambas partes es que fue Erlanger quien se puso en contacto con la firma francesa, al estar interesada en uno de los vestidos de su colección Alta Costura, pero con ciertas modificaciones. Algo que el modisto no suele hacer, pero Streep no es solo una actriz. Aunque no se llevase el Oscar por el que estaba nominada, -como Mejor Actriz Principal por su papel en Florence Foster Jenkins-, sus veinte nominaciones la sitúan como una de las mejores actrices de la historia del cine. Un genio del séptimo arte que brilló, esta vez, con el azul intenso de Elie Saab.