Llega el buen tiempo y con él, el gran cambio de armario. Ese que haces dos veces por año y en el que te prometes que, el próximo verano, todo será más fácil. Y sabes que es mentira. Tu intención es quedarte con lo mínimo indispensable (para poder seguir llenando los cajones con las prendas de tendencia), pero siempre surgen los por si acaso. Con las nuevas tecnologías puestas al servicio del consumidor, limpiar tu armario puede convertirse hasta en algo divertido.

Las plataformas de venta de ropa y complementos por Internet se han convertido en una de las aplicaciones con más éxito de los últimos años. Y no solo por el anuncio publicitario que Chicfy, -una de ellas-, consiguió hacer viral el año pasado. Páginas de compra-venta como Amazon o Ebay incorporaron este servicio hace ya más de veinte años.

La primera es un enorme escaparate que recoge todo tipo de productos y que ofrece una seguridad total de la transacción, además de un servicio de mensajería estupendo. Y la segunda, que comenzó como un medio para las subastas entre particulares, se ha convertido en todo un medio especializado en objetos retro y de colección. Incluso Facebook, que tiene grupos de venta con funciones habilitadas para facilitar el contacto entre compradores y vendedores, agilizando las transacciones. A estas se le suman, otras muchas.

WALLAPOP

Una plataforma creada íntegramente para los dispositivos móviles, -te permite verla a través de ella pero no realizar transacciones-, su amplio catálogo organiza los productos por proximidad, utilizando herramientas de geolocalización. Su interfaz es muy visual y fácil de utilizar; basta con fotografiar el producto que quieres vender con tu móvil, publicarla y esperar que despierte el interés de algún otro usuario.

Los compradores, por su parte, pueden decir qué buscan y dónde. Es Wallapop quien te llena la pantalla de propuestas que pueden convencerte o no. Si algo te gusta, el contacto con el vendedor es directo y arreglas con él, la forma de entrega y el precio final.

VESTIAIRE COLLECTIVE

Imagen de las oficinas de Vestiaire Collective en París. | Foto: Vestiaire Collective.

Es la plataforma de compra-venta de lujo por excelencia. Fue fundada en 2009 y, desde entonces, no ha hecho más que crecer. Varios socios que, en plena crisis económica, decidieron dar el salto hacia un e-commerce particular. Desde sus oficinas centrales en París, reciben todo tipo de productos, los autentifican, comprueban su perfecto estado para ponerlas, después de todo este proceso, a la venta. Una adquisición que cuenta con todas las garantías de calidad posibles, pero que requiere una inversión económica considerable por parte del comprador.

CHICFY

Centrada en ropa y complementos, el target de esta aplicación móvil es íntegramente femenino. Cuando te das de alta, tan solo tienes que crear tu armario, con colecciones que se dividen por cada una de las usuarias. Un mercadillo virtual de ropa que tiene su origen en Granada y que nació de la mano de dos emprendedores andaluces, Nono Ruiz y Laura Muñoz.

Gracias a su anuncio publicitario con aquel ‘Claro que sí, guapi’, que lo convirtió en algo viral, la famosa cadena se ha convertido en la principal red social de compra y venta de moda femenina en español. Y es que, cada treinta y tres segundos, se vende una prenda de ropa. Sus creadores aseguran que es mucho más: “una auténtica red social. Se producen más de tres millones de conversaciones al mes”.

CLOSKET

Cristina y Katy Sainz, fundadoras de Closket. | Foto: Closket.

Dice ser la comunidad online para los amantes de la moda y asegura, además, que es la preferida de las editoras más reconocidas. Son muchas las blogueras, periodistas y caras conocidas, como Vicky Martín Berrocal o Almudena Fernández, las que suelen utilizar esta plataforma. Uno de los puntos que, sin duda, les diferencia.

La idea surgió en la cabeza de dos hermanas, Cristina y Katy Sainz, que tenían una tienda física de segunda mano en un céntrico barrio madrileño y se dieron cuenta de que aquí había negocio. Hacen un exhaustivo control de calidad de todas las prendas, verificando su marca, y no obligan al vendedor a deshacerse del producto hasta que éste no se ha vendido, lo que da más seguridad a los usuarios.

SEGUNDALIA

Esta plataforma permite vender y comprar ropa de segunda mano en una selección que va, desde complementos de mujer y hombre, hasta ropa infantil. Pero son muy tajantes: solo aceptan ropa que esté en buen estado. Y el mínimo lo ponen ellos. En realidad, es una forma de comunicación entre vendedor y comprador, siendo Segundalia un mero intermediario; permitiendo la reutilización de ropa, calzado y complementos.