Casual, cómodo y desenfadado. El estilo boho chic siempre ha estado, en mayor o menor medida, presente en nuestro armario. Y aunque debido a su gran aceptación entre las celebrities e it girls del momento pueda parecer que han sido ellas las precursoras de esta tendencia, lo cierto es que su origen se debe a una cultura totalmente contraria.
Fueron los gypsies originarios de Bohemia, una zona de Europa del Este, los que promovieron el estilo boho. En los años 50, artistas, escritores y viajeros decidieron adoptar una forma de vida nómada renunciando a los caprichos burgueses. Buscaban la libertad sexual y artística, e intentaban vivir con lo menos posible. La ropa no era importante para ellos. Y fue así, sin quererlo, como dieron forma a un estilo muy característico y particular que hoy día sigue triunfando.
Basado en la comodidad, el boho chic es muy fácil de identificar a primera vista. No hay unas pautas estrictas y se basa en una combinación cuanto más extravagante mejor. Mezcla de telas, colores y estampados con ligero toque vintage y étnico -entre el navajo y el arabesco-; pero, sobre todo, prendas fluidas, cómodas y con mucho movimiento. Faldas, vestidos y chalecos suelen ser los protagonistas indiscutibles del armario boho donde los flecos, el crochet y el encaje ocupan, también, un lugar importante. Aunque, sin lugar a dudas, este estilo no se conseguiría con éxito si no fuera por la fuerte presencia de los accesorios: sombreros, collares, complementos para el pelo y zapatos y sandalias siempre planas.
En cuanto a la moda comercial más propiamente dicha, sus primeros signos datan de los años 60. Reinaban las tendencias hippies y las actrices y cantantes del momento -como las musas del estilo francés Jane Birkin, Brigitte Bardot o Janis Joplin, entre otras-, no tardaron en sumarse a ella, aportándole toques personales y haciendo del estilo boho uno de los más copiados de la década. Además, el festival de música y arte de Woodstock de 1969, fue un acontecimiento muy importante para esta tendencia y, también, uno de los motivos por el que en cierto modo este estilo esté tan ligado al dress code de los festivales más actuales como Coachella.
Y aunque, originalmente, naciera para renunciar a una forma de vida superficial, poco a poco este estilo se ha ido adaptando a las nuevas generaciones, convirtiéndose en imprescindible de todas las temporadas y ganándose, además, su pequeño lugar sobre la pasarela gracias a firmas como la francesa Isabel Marant y la casa italiana Etro.
EL MEJOR BOHO CHIC SE HACE EN ESPAÑA
Gracias a su fuerte influencia mediterránea, que se refleja en estampados y cortes, no hace falta irse a París o Italia para conseguir el mejor armario boho chic. Firmas como Indi & Cold y Vezavena nos acercan lo mejor de esta tendencia con productos 100% español y diseños muy atractivos.
Fundada en San Sebastian hace más de 25 años por Diego y Gonzalo Santaolalla, Indi & Cold busca transmitir a través de sus diseños una filosofía basada en los conceptos de naturalidad, autenticidad y calidad. Destacan unas prendas femeninas que van más allá de las tendencias. Colecciones con un marcado carácter bohemian, así como un toque casual, gracias a los tejidos lavados y tinte en prenda, que contribuyen a crear el look shabby (desaliñado) tan característico de la marca. Algodones y puntillas se combinan en esta colección con influencias campestres, donde el cuidado por el detalle, las fibras naturales, los bordados elaborados y el mimo en cada uno de los acabados están muy presentes.
Por su parte, desde Toledo y al frente de Marta Olay, Vezavena mezcla la fuerza y la rica herencia cultural de su región con la vivacidad y dinamismo del estilo de la mujer española de hoy. El resultado son colecciones elegantes, que reflejan comodidad en cada uno de sus patrones, y donde la estética mediterránea tiene un lugar protagonista. Combinando diseño minimalista y tendencias, consiguen prendas ligeras, vestidos largos con mucho movimiento, chalecos de crochet, pantalones y camisas de punto que son ideados para mujeres que buscan una firma con personalidad y diferente a los típicos diseños comerciales y de masas.