Juego de Tronos (2011) es ese fenómeno que convierte un verano aburrido en la ciudad en algo (más) soportable. La mitad de las conversaciones de un martes giran en torno al último capítulo emitido -ya van cuatro y no, nos os preocupéis, no hay spoilers-, y hoy no podía ser menos. Michele Clapton, la artífice del vestuario de la serie, acaba de confesar que Jon Snow elige a Ikea como uno de sus diseñadores de cabecera.
La novela de George R.R. Martin utiliza la gastronomía y el vestuario como uno de los hilos conductores de la historia que, además, le aporta realismo y ambientación. Personajes como Lady Sansa es una de las mejores pruebas de ello, cuyas prendas evolucionan junto con su personaje; o el armario de Khaleesi, que ha incorporado una capa gris en su vestimenta militar, para mostrar (quizás, porque todo son siempre teorías) su acercamiento a la casa Stark, el color por excelencia del linaje de los huargos, y abandonando el rojo propio de los Targaryen.
Así, Clapton ha tenido, durante cinco temporadas, un complejo trabajo por delante. Y es que vestir a miles de personas, entre casting y extras, con prendas que consigan que el espectador identifique todas las casas que reinan en Poniente, su categoría social y el momento de la trama en el que se encuentran era todo un reto. Por eso, había que buscar, rebuscar e inventar. Para Jon Snow, Ikea le dio la solución.
Me encantan los detalles. Algunos personas dicen: bueno, ¿por qué no lo haces más obvio? Pero esa es la gracia de Juego de Tronos: tienes que buscar
Clapton confirmaba, en una charla que daba el año pasado en el Museo Getty de Los Angeles, que la capa que el bastardo de Invernalia -y todos sus hermanos de la Guardia de la Noche- están confeccionadas con una de las alfombras del gigante sueco: su nombre es Ludde y tiene un precio de 49,99€. Parece que la moda reciclada y la customización es tambien tendencia en los Siete Reinos.
La finalidad de Clapton era conseguir que esas capas tuviesen una apariencia animal, para lo que “cortaron, afeitaron y añadieron unas fuertes correas de cuero, sometiéndolas después a un proceso de envejecimiento y descomposición”; una práctica habitual y obligatoria en la serie. Además, “fueron enceradas y congeladas” para poder formar parte de ese Reino en el Norte donde nieva prácticamente siempre. Prendas pesadas que se llevan con valentía en la pequeña pantalla y que, a partir de ahora, te harán mirar con otros ojos las cortinas de tu casa.