Juan Vidal nos lleva de viaje a Hawái
Es su sueño y también el nuestro. Una escapada de sol, playas exóticas y flores tropicales que definen, a golpe de volantes de rafia y faldas-pareo, lo que significa la palabra “vacaciones”.
17 septiembre, 2017 16:47El deseo de la evasión para Juan Vidal se llama 19°34′00″N 155°30′00″O. Porque ese es el punto exacto donde se encuentra la isla de Hawái, un lugar paradisiaco donde no hay más preocupación que la de no hacer nada en absoluto. Porque eso es Lula Rock-A-Hula, o simplemente, Lula; su propuesta para la próxima primavera-verano 2018.
Lula es un billete de ida a un lugar donde el mar es turquesa y los mercados venden fruta fresca en casetas de paja. Lula es un baile exótico, es arena fina y es emoción. La idea de este viaje que Vidal nos propone nace de unas fotografías de los años 50 en las que se promocionaba un lugar hedonista en el que todo era perfecto. Tópicos de un destino plagado de tótems Tiki, bailarinas Hula y cierto toque bohemio. Un paraíso al que hay que ir con los cinco sentidos. Los mismos que tienes que poner para ver la nueva propuesta del diseñador alicantino. Porque Lula se ve, se oye y se siente.
La inspiración viene de esa necesidad de descanso, de estar tranquilo y de escaparte al trópico. Para ello, tomo referencias de slogans publicitarios de los años 50 en los que te vendían un Hawái con todos sus clichés, que tenían poco o nada que ver con la realidad.
LA RAFIA ES LA PROTAGONISTA
Hawái es esa isla que, para Vidal, tiene una doble lectura. Por un lado, la idea colorida que todos tenemos debido a la publicidad y, por otro, la experiencia real de unas fotografías nudistas en blanco y negro. Diferentes texturas que él fusiona.
Para ello, la rafia ha sido el material fundamental. Tanto por su aspecto étnico como por el sonido que emite cuando se pone en movimiento. Ese es el Hawái más icónico que queda grabado en nuestra memoria. Organza de seda, seca y delicada, para esa otra Hawái que desconocemos y algodones gruesos en las faldas, popelín y viscosa para una imagen más sofisticada.
Sin embargo, son pocas las prendas que llevan esta rafia incorporada; sino que se superponen a faldas y vestidos para dar la opción de la combinación. Solo las gabardinas y algún vestido al que le da ese toque folclórico, pero sin perder el estilo exótico de la colección.
ESTAMPADOS TROPICALES CON HIBISCUS Y PALMERAS
Ellery J. Chun, el inventor de las Aloha Shirts, supo hacer uso de los motivos tropicales más clásicos para esas camisas amplias y ligeras que inundan la isla. Vidal se adueña de dos de ellos: las palmeras y la flor de Hibiscos –considerada la flor del trópico- para estampar unas telas que van desde los tonos más naturales del verano, como el beige arena o un intenso amarillo, hasta los más afrutados: el malva, el lila o el rosa. Unos colores que se mezclan y contrastan con un fucsia fluorescente que le regala más intensidad.
Para la noche, el azul océano, el rojo lava y el verde palmera aparecen en unos increíbles vestidos bordados con enormes paillettes que forman flores, cuentas tubulares que crean unas hojas que dejan ver un fondo de mini lentejuelas que dan fuerza a ese romanticismo húmedo de la isla.
JUEGO DE FALDAS-PAREO Y SUPERPOSICIONES
Las asimetrías y las superposiciones son las grandes protagonistas de Lula. Y, para ello, Vidal propone vestidos y faldas-pareo que evolucionan gracias a un estilo japonés que el diseñador entiende como consustancial a la isla de Hawái. Así, el diseñador utiliza un corte al bies que desemboca en aberturas laterales y que ensalza la silueta femenina. Al igual que hacen unos pantalones de líneas suaves y la organza de seda transparente que envuelve el cuerpo.
El punto llega gracias a unos jerséis de corte ultra-slim de cuello alto, inspirados en los años 70 y que se pintan con los motivos étnicos más reconocidos de la isla. Volantes rotundos que buscan formar una flor que se abre, cortes semi-entallados y bajos muy irregulares para ese guiño obligatorio a las míticas bailarinas Hula. Y unos "bikinis nocturnos", como los llama Juan Vidal, que son pura sensualidad.
UN MIX HAWAIANO Y JAPONÉS EN LOS ACCESORIOS
Con esa idea de integración entre lo asiático y lo exótico, Juan Vidal llega a los pies, que viste con un mix entre sandalia hawaiana y zori japonés en negro y varias alturas: desde el plano hasta los 11cm de tacón en forma de tiki. Una colaboración que ha creado el propio diseñador junto a Cuplé.
Y, como accesorio estrella, esos coloridos collares elaborados por Empaperart que son una frágil reproducción en papel de los lei de flores, símbolo de bienvenida a la isla y con los que se piden deseos que luego son arrojados al mar. Para desear volver, para no irse nunca. Porque como afirma Juan Vidal: It is better in Hawaii.