The 2nd Skin Co. revive la costura de los años 50
Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández nos descubren un jardín secreto en el que las rosas se reparten por las prendas y caen en forma de corona. Tonos pastel para un sueño de verano que se evapora.
18 septiembre, 2017 12:09The 2nd Skin Co., la firma de moda especializada en vestidos de noche y cóctel, ha querido realizar un homenaje a la mujer que, cuando llega el momento, quiere demostrar todo su poder. Por eso, no había otro nombre posible para su colección primavera-verano 2018: Ready To Shine (Preparada para Brillar). Porque es en ese instante cuando Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo (su dúo creativo) quieren que lleves uno de sus diseños.
Son propuestas muy elegantes que buscan reinterpretar esas siluetas tan femeninas de los años 50, dándoles un estilo moderno y contemporáneo. Un esfuerzo costurero importante que permite que la esencia de la firma siga viva.
La elegancia y la feminidad es nuestra seña de identidad.
RIQUEZA EN LOS TEJIDOS Y BORDADOS
Es, a partir de ellos, de donde nace la colección. Siempre delicados, los estampados aparecen esta temporada en dos versiones de tejido y color: unos que se dibujan sobre un dulce fondo azul y otros que lo hacen sobre negro, contrastando con flores en lima y celeste.
El tejido es siempre nuestro punto de partida. Una vez los vemos, pasamos a los colores.
La paleta cromática se ha centrado, esta vez, en torno a colores muy alegres como el lima, distintas tonalidades de rosa y azul celeste. Sin olvidar, por supuesto, la base de neutros que siempre utilizan y que nacen del blanco y el negro.
Multitud de detalles, como lazos y flores, que acompañan unas organzas de seda natural, mikados de seda y de algodón –tejido muy presente en esta colección-, y tafetas glaseadas que consiguen ese aspecto rígido de la prenda que lo hace parecerse al papel. Mucho raso de algodón, plumetti y popelín que se mezclan con organzas con acabados lúrex y muy técnicas. Los bordados, que merecen mención aparte, han sido un gran esfuerzo artesanal, creando auténticas flores de cristal.
MUCHO JUEGO DE VOLÚMENES
Desde las prendas oversized –largas, midi o muy cortas- hasta las cinturas marcadas con faldas lápiz. Los volúmenes juegan a enfrentarse para encontrarse en vaporosos vestidos, tirantes con corte al bies y escotes strapless a distintas alturas. Siluetas muy ladies que se ajustan y se marcan con aplicaciones de flores en bolsillos y cuellos; todas ellas, siempre, bordadas a mano.
CHAROLES CON LAZO NEGRO
Los accesorios, diseñados por la propia firma, se concretan en sandalias destalonadas (muy altas o completamente planas), de punta cerrada o mules de charol. Un material que, utilizando el negro como principal, se combina con el verde lima y el azul celeste, para coronarse (de nuevo) con el negro en forma de lazo.
Los motivos florales vuelven a colarse en unas enormes diademas que, a modo de coronas, recorren toda la cabeza de las modelos; a quienes no les ha hecho falta más adorno. Son, por si solas, rotundas.