Hubo un tiempo en que no había influencers -así es, nacidos en el 2000- ni había tampoco medios que viralizaran fotos y shows en segundos, ni marcas que regalaran sus prendas al mejor postor, ni blogueros autodeclarados coolhunters… Las cosas cambian -y más en el star system- y bien está, pero hubo un tiempo en el que el estilo que despuntaba lo hacía por original, por maravilloso, por diferente y sin más ayuda que la proyección profesional de la que lo lucía.
Hablamos de Verushka, de Janis, de Twiggy, de Grace, de Sharon (Tate), de Diane, de Audrey, de Cher… Iconos que han transcendido superando modas (e inspirándolas) hasta el punto de que, a día de hoy, siguen siendo motivo de suspiro. Personalidades desbordantes, ellas fueron las primeras coolhunters: la calle se rindió a ellas tanto o más que las pasarelas. Hoy las seguimos imitando, a veces sin quererlo, sin darnos cuenta, simplemente porque las semanas de la moda siguen mostrando tintes más o menos explícitos de lo que ellas lucieron, porque las emulan sobre el escenario y porque se suceden homenajes claros que exaltan el mito.
Recuperamos a esas divas eternas de estilo (entre otras muchas cosas) para que actualices tu inspiración esta temporada.
Janis Joplin, la rebelde boho
Sus gafas redondas, los abrigos de pelo y los vestidos largos eran sus máximas. Todo junto, sombreros incluidos, y nada era suficiente en este boho exaltado que la vestía de la cabeza a los pies. Precisamente esas tres prendas están en todos nuestros armarios, ponerlas juntas es de valientes, pero por separado se usan y mucho.
Twiggy, la niñez rubia
Su pelo rubio cortísimo, los pendientes enormes, los minivestidos de flores, los jerséis de cenefas, los abrigos con silueta “A”… Todo en Twiggy era (y es) deseable. Ese estilo ye-yé se ha repetido una y otra vez, pero siempre ella estaba en la retina.
Grace Kelly, la princesa actriz
La princesa de largo y joyas en palacio, la actriz de la pamela y los diamantes con Hitchcock y la mujer de mocasines y estilo masculino en su día a día. Grace encarnaba a la perfección la versatilidad de una mujer con el vestir, dama siempre, hasta cuando llevaba los mocasines con un estilo que hoy querríamos imitar (con marca Gucci).
Sharon Tate, el glamour de los 60
En los 60, la actriz Sharon Tate, fue perseguida por su relación con Roman Polanski y por ser una de las mujeres con más estilo de su década, los 60. Sharon era el glamour: botas altas, abrigos de piel, minifaldas con jerséis ajustados y ese cardado inconfundible.
Diane Keaton, corbata dentro y fuera de la pantalla
Decir Diane Keaton es decir traje sastre, cinturón y sombrero. Tres prendas innatas a su persona y a sus papeles en Hollywood pues con ellas conquistó a Woody Allen, que las respetó en Annie Hall, y detrás de él, todos los directores con los que trabajó, si no era el traje, eran sus vestidos con vuelo y enormes cinturones.
Verushka, la primera modelo
No necesita apellido aunque, para el que lo quiera, se llamaba Vera Gräfin von Lehndorff-Steinort y fue la primera supermodelo que reflejaba los cánones estéticos que desde entonces triunfaron en pasarela. Con casi 1,90 de estatura, todo le quedaba bien, desde los vestidos cuajados de lentejuelas a los pañuelos en el pelo, los monos y las maxicamisas abiertas con ondas naturales en el pelo.
Audrey Hepburn, una lady sin tacones
Era la reina llevando kitten heels, esos tacones que ponen los pelos de punta a los amantes de los stilettos. Apenas unos centímetros por encima del suelo la subían a ella a las estrellas. Los vestidos de vuelo hacían lo demás sobre la alfombra roja, y en la calle, mocasines y pantalones capri. Y solo con eso, sin ostentación (la detestaba), se ha convertido en uno de los iconos más imitados de la historia.
Cher y el auge de los setenta
Aunque poco a poco Cher fue creciendo en fama y reduciendo en ropa sobre el escenario, hubo un tiempo en que esta diva triunfaba junto a Sonny y no sólo como cantante sino como icono de estilo. Eran la pareja del momento, y nos dejaban instantáneas de una Cher angelical, de cabello impoluto, flequillo tupido, pantalones de campana, flecos y blusas estampadas. Pura inspiración cada otoño.
Marilyn Monroe, más allá del exceso
La hemos visto exuberante en Hollywood, dentro y fuera de la pantalla, pero destilaba encanto con sus fotos cotidianas, en las que los mum jeans, con camisas metidas por dentro, y los vestidos de rayas marineras la acompañaban en sus paseos en bici. Para dormir, pijamas masculinos que queremos sacar a la calle.