"Hola, ya sabéis quién soy, para que os lo cuento… Este es un vídeo que os quiero dedicar y puede ser de dos cosas: de principio o de final. Y al decir final, quiero decir de despedida. Sí, de despedida. ¿A que no lo entendéis? Supongo que un corto espacio de tiempo sabréis de que hablo". Con estas palabras, Aramis Fuster (62 años), una de las pitonisas más conocidas del panorama televisivo, anunció hace una semana su intención de desaparecer de este mundo a través de un vídeo.

La vidente aparece, muy tranquila, sentada en una silla junto a una mesa con dos únicos objetos: una bola a modo de lámpara y una figura de un elefante. De fondo, ruido de televisión. "Aquí está la bruja tal y como es. Nunca me he dejado conocer. Solamente mi mamá con la que espero reunirme muy pronto. Me gustaría que me recordarais de una manera tierna y dulce", asegura.

ARAMIS A¨CORAZON ABIERTO¨

"Soy la máxima autoridad en ocultismo, soy la dómina más dura que hayas podido conocer, pero también soy una mujer con un gran potencial de ternura que nadie conoce. Puede ser la última vez que diga estas palabras. Quiero que siempre que penséis en mi lo hagáis con una sonrisa", continúa. "Soy la eterna incomprendida, pero me llevo todo vuestro cariño. Os deseo de todo corazón que seáis felices. Yo lo he intentado, lo he sido a ratos. Un beso muy grande a todos. Desde donde esté velaré por vosotros. Quizás nos volveremos a ver, o no", concluye Aramis en esta grabación que corresponde al pasado 11 de agosto y de la que ya advirtieron algunos tuiteros. Sin embargo, había pasado desapercibida por el gran público hasta el día de hoy, en que se ha conocido la noticia de su hospitalización.

Aramis fue encontrada el pasado martes en la habitación de un hotel con lesiones en la ingle y en el cuello. Desde entonces, y según fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, se encuentra en la unidad psiquiátrica del Hospital La Paz. Lo último que se supo sobre ella, anteriormente a su ingreso médico, es que tenía problemas económicos y que se había metido a dómina de lujo, con un coste por sus servicios de entre 300 y 3.000 euros. Ahora Anna Solano, propietaria de la web de scorts, ha comentado a este periódico que Aramis no trabaja con ellos desde hace un tiempo.

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