El Condado de Villapadierna es un título nobiliario español creado por el rey Alfonso XII. La ultima familia en recoger el testigo aristocrático, es Alicia Villapadierna (56 años), hija de José Padierna, conde de Villapadierna el aristócrata marbelli, que llegó a conquistar hasta a la mismísima Rita Hayworth. Alicia, que veraneó en la costa del sol desde muy pequeña, se instaló definitivamente en la ciudad costera cuando se casó con el empresario Ricardo Arranz y desde entonces ha desempeñado una magnifica labor turística, con el colofón de la visita de Michelle Obama (52) a su hotel.

Ahora esta labor se ha visto recompensada con una calle a su nombre en el municipio de Estepona. La nueva zona pública creada entre las calles Miño y Casares lleva desde este momento el nombre de Alicia Padierna de Villapadierna Klein, por su contribución a proyectar esta zona del sur de España en el mundo. Este reconocimiento le llega a la noble en un momento duro, en el que está superando una grave enfermedad de la que se está tratando con resultados satisfactorios: "Estoy muy emocionada con este homenaje, es enternecedor como se ha volcado conmigo mi familia y solo quiero dar las gracias a los vecinos que ahora pisan esta calle", comentó a Jaleos, Alicia. En el acto estuvo arropada por sus hijos y su esposo Ricardo Arranz.

Alicia y la jet

Alicia y su hermano José Felipe son los últimos eslabones del condado de Villapadierna. Alicia Klein, su madre fue una de las aristócratas sobre la que más tinta se vertió en los alocados años 60. Bella, divertida, deportista, indispensable en cualquier portada de papel couché, la Klein conquistó al dandi y afamado conde de Villapadierna y lo llevó al altar de los Jerónimos tras sus sonados romances con actrices en los 50. Al poco tiempo llegó Alicia Raimunda al mundo y después José Felipe, sucesor al título y a la historia del caballero armado por Fernando el Católico en la batalla de Perpignan. Con el tiempo la historia se repitió y Alicia hacia que abandonara su soltería uno de los hombres más atractivos de la costa sol: Ricardo Arranz, que colgó los hábitos de soltero de oro después de los cuarenta.

Ambos se involucraron en el proyecto empresarial de el hotel Villa Padierna. Ricardo Arranz aun recuerda el día que le dijo a Alicia: "Sobre este pedregal voy a construir un resort exclusivo con tres campos de golf. Buscábamos una marca de resonancias italianas, porque la arquitectura y el paisajismo basado en cipreses recordaban a la Toscana, pero el arquitecto sugirió que lo bautizásemos con el apellido de mi esposa, hija del conde de Villapadierna. Y así lo hicimos, partiendo el apellido en dos". En este seis estrellas se hospeda a la jet más internacional y los Villapadierna saben más secretos de estado que los propios ministros. En su campo de golf han estado jugando un mismo día Felipe González y José Maria Aznar.

La boutique de Alicia

Todos recuerdan la llegada a la costa de la elegante y rompedora Alicia Villapadierna. Mientras su hermano Felipe, retomaba la cría y devolvía a la vida la célebre Cuadra Villapadierna, ella se dedicaba con esmero a la creación de su lujoso palacete, donde la aristócrata abrió una gran tienda de regalos, que la ha denominado 'La boutique Alicia', lugar en el que siempre se dan cita sus amigas Gunilla von Bismarck, Carmen Fierro y Maya Lange Swarovski, entre otras para comprar chales de seda india, piezas de mimbre de Marruecos o artesanía del Gran Bazar de Estambul que ella misma adquiere en las ciudades que viaja con su marido. "Soy una viajera nata y en mis escapadas siempre que veo algo exótico que a mi me gusta lo compro", explica Villapadierna, que ha recorrido varias veces la India, Camboya o Nepal. Ahora por su enfermedad viaja menos, terminó su quimioterapia y ahora parece ir todo viento en popa. "Hace unos años, junto a dos amigas, apadrinamos a una familia de tres niñas en Nepal y todos los años vamos a verlas. Esa es otra de las cosas buenas de viajar y ver las necesidades que tiene el mundo".

Alicia tiene muchas ilusiones en seguir pergeñando proyectos, "Además, mis cuatro hijos ya están mayores y no me necesitan tan encima, vamos a seguir luchando por nuestro proyecto. Y claro que hemos notado la crisis, claro, aunque en la Costa del Sol se sigue moviendo mucho dinero".

Su mansión en el cuartel de la Guardia Civil

Por su emporio han pasado personalidades como Michelle Obama o el presidente del Congo. La familia creo un resort de playa en diez días para que pudiese darse el único baño que hasta ahora se ha dado en nuestro país la primera dama de los EEUU, junto a su hija Sasha. Ahora el hotel como agradecimiento a esta visita ya tiene la villa número 603 que fue bautizada como Villa Obama, y que ha sido ocupada este verano por el ex de Jennifer López, Marck Anthony. El Villa Padierna Golf & Resort fue elegido el mejor golf resort del mundo en los World Travel Awards.

En el salón principal del hotel hay fotos de sus padres con la jet de la época, como los duques de Windsor. Alicia tiene su "palacete particular" en un antiguo cuartel de la guardia civil. Su marido siempre dice que aprendió en su pueblo que había que vivir, allá donde lo hacen los monjes y la guardia civil. Y los Villapadierna se instalaron en un antiguo Cuartel de la Guardia Civil de Banus de Marbella, que reformaron y se ha erigido como un autentico lugar de ensueño. Es un encalve perfecto. Ricardo vivía ahí de soltero "¿Qué que he hecho con los calabozos? Jajja pues ahí siguen convertidos en un magnifico hall". 

Y ahí está su emporio. Ricardo se queda embobado a veces mirando un tapiz del XVII, dos figuras venecianas o dos platos del siglo XIX. Obras de arte, cocina exquisita, relax pero no se olvida de sus orígenes cuando llegó a Marbella y se alío con sus amigos Gonzalo y Darío Hinojosa, dueños de Cortefiel para fundar Pentágono, una empresa de seguridad que más tarde se unió a Prosegur. Luego se dejó seducir por el encanto del sector de la construcción y, junto al empresario Tomás Pascual, con 28 años, compró y desarrolló su primera urbanización en Marbella: La Quinta Golf Club. Lugar donde han residido la mitad de los políticos de derechas de nuestro país.

Alicia y Ricardo son sabedores de que su hotel se ha reescrito la historia de los últimos tiempos. El príncipe Rainiero estuvo un mes alojado antes de morir y no se entero nadie. Al día de hoy la familia sigue recibiendo ofertas muy suculentas para venderlo. Pero de eso ni hablar. El palacete ahí sigue erguido en la pequeña Toscana marbellí y con su ultima apuesta por vestir a su palacio con Encuentros culturales, que durante todo el verano ha recogido la firma de los mejores escritores del país.