Rita Barberá (67), la imbatible alcaldesa de Valencia, veinte años en el poder, cinco legislaturas y cuatro mayorías absolutas, atraviesa por su peor momento político y personal. Su rostro serio y de preocupación captado por los objetivos al salir de su casa estos últimos días lo dice todo. ¿Qué le ha pasado a la imbatible Rita? La exalcaldesa ha decidido darse de baja del PP y aferrarse a su escaño tras el anuncio de que será investigada por el Tribunal Supremo.

Rita Barberá en el Senado Gtres

Nunca en tantos años de vida pública se ha escrito nada sobre la vida privada de Barberá. Mucho se ha especulado sobre ello, pero nunca se ha confirmado nada ni desmentido, se ha preferido dar la callada por respuesta. Su biógrafo, Salvador Barber, autor de La dama de rojo de la España azul (Ed. La Esfera) en 350 páginas olvidó mencionar nada sobre su vida privada. Quizás de forma intencionada. 

Oficialmente Rita ha vivido siempre en una casa alquilada en el centro de Valencia con su madre, que se quedó viuda en 1993. Siempre rodeada de sus hermanas, Asunción, conocida cariñosamente como Totón (que fue jefa de su gabinete), Carmen y María José. A ellas se unen su amiga María del Carmen García-Fuster (hermana del exsenador popular José Rafael García-Fuster) secretaria del Grupo Municipal Popular, la mano derecha, los ojos y los oídos de Barberá. Ahora imputada por la presunta financiación ilegal por la que se investiga al PP de la ciudad. Y María Miguela Carpi, consejera de Corporación F. Turia, S.A., el holding de la familia valenciana Carpi, propietaria de la antigua cementera Turia en Burjassot. Estas dos han sido las mejores amigas de la ex alcaldesa. De la primera hay imágenes entrando en el juzgado junto al cuñado de Barberá, José María Corbin, que la defiende legalmente.

Carmen García Fuster

La 'reina' del cemento en la Comunidad es muy reservada con su vida privada y la conexión con Rita la ha llevado a ser tan precavida, que es casi imposible encontrar una foto suya. Su chalet de Benicassim ha sido y es el refugio de Rita desde hace muchos años. Tanto es el cariño que se tienen que unos terrenos de propiedad de la familia Carpi en Paterna eran los elegidos para levantar IKEA en la provincia.

Barberá siempre ha presumido de no haber utilizado la política para enriquecerse. Ahí está publicado su patrimonio para quien quiera verlo. Según su declaración de bienes presentada en el Senado en 2015, no tiene ningún tipo de bien inmueble y declara 111.136 euros en planes de pensiones, casi 67.000 euros en acciones de siete empresas, 172.535 euros en cuentas corrientes y depósitos a plazo y debe 26.900 euros de dos créditos. Y cuando el caso de los trajes de Camps no se cansó de defender la idea de que los regalos en su cargo eran habituales. Lo decía por ella, que está siendo investigada también por unos guantes y bolso de Bulgari y unos broches de Hermés que supuestamente recibió de Feria Valencia.

Lo cierto es que la ex alcaldesa de Valencia siempre ha sido una mujer de gustos austeros. Nada de grandes lujos ni marcas para vestir. Los fines de semana y las vacaciones suele recalar en Jávea, en el chalet de su hermana Asunción. Siempre fiel al rojo a la hora de vestir, popularmente conocido como 'rojo alcaldesa', mismo collar de perlas, unas gotas de Chanel Nº 5 y peinado de su peluquero de siempre. Cuando estaba en el poder se negaba a tener asesor de imagen. Para ella es importante pero no para tanto.

la ex alcaldesa de Valencia con una americana de color rojo

De carácter extrovertido y discurso directo y sin filtros. Fue periodista antes que alcaldesa. En 1964, se incorporó como periodista a Radio Valencia y al periódico vespertino Jornada. A partir de 1968 pasó a encargarse de la información institucional en Radio Valencia. De 1975 a 1978 trabajó para el diario Levante, en el que fue redactora de tribunales y responsable de una sección semanal de urbanismo.

La política montada en un Ferrari

De sus logros más sonados; la Copa América y la Fórmula Uno. Ha practicado siempre una política de vocación muy en contacto con los barrios de la ciudad, que se ha pateado casi a diario. Eso le repercutía favorablemente después en las urnas. Unas facturas que reclamó la oposición en muchos plenos municipales, hacían referencia a grandes gastos en comida para el despacho de la Alcaldía. Llamaba la atención la excesiva compra de rosquilletas integrales y con pipas. 

Factura de las rosquilletas

La temida y respetada Rita también pasará a la posteridad por algunas de sus míticas frases. El "caloret", una versión musical del cual se convirtió en 'hit' del verano, fue el momento más parodiado de la alcaldesa. Un discurso en catalán en el que no paró de dar patadas al diccionario.



"No dimito, es que ni me lo planteo" era su contundente respuesta ante la batalla legal que se le avecinaba. "Hemos puesto a Valencia en el mapa" es lo que responde para defender el derroche indefendible y que la ha llevado a donde está hoy. "Rita creyó que ella era Valencia y que Valencia era ella", decía su biógrafo Barber. Todo apunta a que estas próximas Fallas, la Fallera Mayor del PP no se salva de la quema. 

Ninot de Rita Barberá

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