Estrella Morente (36 años) y su familia no quieren perder el tiempo con venganzas ni rencores. Seis años después del fallecimiento de Enrique Morente siguen confiando en la justicia, pero sobre todo tienen fe en lo que ella llama 'Justicia divina'. "Eso está por encima de todo y el de arriba sabe mejor que nadie lo que sucedió. La verdad siempre sale a flote", asegura en conversación con EL ESPAÑOL.
La rabia y la impotencia aún siguen presentes en la familia Morente Carbonell por lo que ellos consideran una "injusticia". Es así como lo siente Aurora, la viuda de Enrique Morente. Asegura que, aunque es "delicado", pronto podrá hablar del tema y explicar con detalle cómo vivieron ellos el proceso vital y judicial de Morente.
Mientras eso ocurre, a Estrella no se le ocurre mejor forma de homenajear a su padre y de sentirle más cerca que seguir "su sendero, que era el del sacrificio y el trabajo".
Es por eso por lo que se han puesto manos a la obra. Esta semana han presentado el documental Omega, que desgrana cómo se gestó, hace justo 20 años, el disco homónimo en el que Morente fusionó el flamenco y el rock con la poesía de Federico García Lorca y las partituras del recientemente desaparecido Leonard Cohen. Este jueves, la familia volvía reunirse para homenajear una vez más al granadino con un coloquio y un concierto a cargo de Soleá (31), la hija mediana de Morente.
"En realidad nuestro homenaje es diario, porque le cantamos a él siempre que podemos", explica la propia Soleá, la hija de Morente y Carbonell (tienen otro hijo más, Enrique).
"Ha sido un sueño hecho realidad", prosigue Estrella, "aunque las personas nos vayamos siempre quedan nuestras obras, y a pesar de que los tres genios (Morente, Lorca y Cohen) se han ido, podemos sentirles muy cerca a través de su arte. Es un sentimiento agridulce, pero más dulce que agrio".
"Impotencia por no tenerle"
Para Aurora, su marido era "el Picasso del cante. Un hombre valiente que logró que su legado no caducara nunca". Al recordar al artista, no puede evitar emocionarse. "Es una mezcla de alegría y tristeza a la vez. Todo esto es por Enrique y él ya no está. Es doloroso y triste. Aún tengo mucha impotencia por no tenerle, pero tenemos que tener la llama encendida siempre, y este disco es esa llama".
La casualidad ha querido que la presentación del documental coincida prácticamente en el tiempo con el sexto aniversario de la muerte de Morente. Según confiesa Soleá a este medio, "hay veces que las cosas ocurren y no se sabe muy bien por qué. Es como una energía muy fuerte para la que no hay explicación".
La artista de flamenco y rock pop, que el pasado año publicó su primer disco en solitario,, se afana como su madre y su hermana en la tarea de hacer de tripas corazón pese al dolor que esconden sus palabras.
"Me gustaría que aquello (refiriéndose al trágico fallecimiento de Morente) no hubiese ocurrido nunca. Que siguiera aquí con nosotros", añade Soleá. "Pasamos momentos muy duros y difíciles pero hay que seguir adelante. Y yo creo que él estaría muy orgulloso y disfrutaría mucho de este documental".