Podría parecer un paje de los Reyes Magos o un disfraz de payaso para una de las funciones con las que tanto hace reír al público. Pero no. Bigote Arrocet (67 años) tiene un estilo muy peculiar a la hora de vestir y ha aterrizado en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid con traje de chaqueta azul marino, bufanda blanca y un gorro estilo árabe de color dorado. Si su objetivo era llamar lo atención, lo ha conseguido, aunque todo tiene una explicación. El novio de María Teresa Campos (75) ha llegado a la capital española en un vuelo procedente de Tánger, donde ha pasado unos días de vacaciones junto a su hermana Berta. Ambos se han mostrado muy sonrientes, sin querer hacer declaraciones, y con este look tan árabe.
El humorista es un hombre coqueto, que le gusta a ir a la moda, como ha demostrado en sus apariciones públicas. Solo que su forma de vestir es muy personal. La discreción no va con él. Le gustan los estampados y los colores vivos. Así lo confirmó él mismo durante uno de los capítulos del reality de Las Campos en el que le vimos pintando camisetas en el jardín de la casa de María Teresa. Diseñadas y firmadas por el propio Bigote, las prendas desprenden alegría y color por todos sus poros. Las tiene en manga larga y corta y las luce en función de la climatología.
Cuando la etiqueta requiere formalidad, el chileno también introduce algún toque que le diferencie. Uno de sus recursos más utilizados en estas ocasiones son los chalecos que utiliza debajo del traje. También los fulares de los que es fan. Además es un visionario porque él ya utilizaba las chaquetas de terciopelo, un tejido que ha vuelto con fuerza para convertirse en uno de los últimos gritos de este invierno.
Bigote Arrocet cuida su imagen hasta para ir a la playa. El año pasado le pudimos ver en las playas de Málaga, tierra natal de su pareja, con un bañador mini de pata que mezclaba las tonalidades azules, amarillas, rojas y blancas. Todo muy sencillo. Su novia, la veterana periodista, también se atreve tanto como él con el color y no se corta a la hora de ponerse vestidos chillones. Pero su estilo es más discreto y elegante que el de su pareja.
Con 67 años recién cumplidos, Bigote Arrocet siempre le pone color y una sonrisa a la vida. Aunque no esté travesando por su mejor momento como es el caso. Él y María Teresa se empeñan en asegurar que las cosas están bien entre ellos y que siguen siendo una pareja feliz, pero la realidad es que cada semana salen nuevas fotografías del humorista con diferentes mujeres que entran y salen de la casa que comparte con sus hijos en Madrid.
Hasta ahora parece que todas son amigas, según los protagonistas, pero a la periodista de ¡Qué tiempo tan feliz! no debe hacerle ninguna gracia que su relación sentimental esté en el punto de mira. Por el momento, la pareja se sigue poniendo el mundo por montera y hace oídos sordos a las especulaciones. De hecho, en este último viaje de Bigote a tierras africanas, el chófer de su novia ha sido el que ha ido a buscarle al aeropuerto para llevarle a casa y reencontrarse con su amor.