La cita era este jueves a las 10 de la mañana en los juzgados de Villalba. Allí, Alba Carrillo (30 años) y Feliciano López (35) se han visto las caras para llevar a cabo la formación de un inventario de los bienes que la pareja ha ido acumulando a lo largo de sus once meses de matrimonio, la mayor parte de los cuales corren a cargo del tenista, aunque fue Alba quien se encargó de elegir muchos de ellos.
Era la primera vez que ambos se encontraban en un juzgado desde que la modelo anunciara, a golpe de exclusiva, el divorcio. Precisamente ésta confesaba a la prensa allí congregada sentirse "triste" por el duro momento.
"No es un plato de buen gusto. Lo estoy pasando mal, no es un momento agradable para mí", aclaraba mientras su letrada aseguraba que la intención de ambas era llegar a un acuerdo con la otra parte.
Por su parte, el silencio y la indiferencia del tenista a su llegada chocaban sobremanera con el gesto afectado de la modelo, que no pudo evitar, tal y como ha revelado El programa de Ana Rosa, comenzar a reprocharle sus relaciones extramatrimoniales, una por una. No encontró respuesta por parte del deportista pero eso no le impidió sentirse "humillada y dolida", tal y como confesó posteriormente.
Por su parte, a lo largo de la hora que ha durado la reunión, las letradas han aprovechado para hablar de la posibilidad de llegar a acuerdos. Aunque eso no se ha traducido en ninguno en concreto, ambas abogadas están "dispuestas a hablar para llegar a uno".
Feliciano afrontaba "muy tranquilo" la cita
Horas antes de dirimir, junto a un juez, el valor económico de esos bienes -y de los rendimientos económicos ingresados por ambos durante el tiempo en el que estuvieron casados-, Feliciano disfrutaba "muy tranquilo" de una curiosa velada en el restaurante 47 Ronin de Madrid, especializado en comida japonesa, sólo que para esa noche prefirió la degustación de whisky Johnie Walker Blue Label, del que el tenista es embajador.
"Estoy feliz con mi vida y anímicamente muy bien", confesaba en conversación con EL ESPAÑOL, minutos antes de reconocer que, pese a que prefería no hacer declaraciones sobre la estrategia judicial que afrontará a partir de este jueves, asume que todo ello "son cosas que pasan, creo que hay que seguir hacia delante y que cada uno haga su vida", confiesa.
López compartió mesa y mantel con el diseñador Juan Avellaneda (34), el empresario Gigi Sarasola (50), la bloguera María León y otros rostros conocidos como Nico Abad (46) o Fiona Ferrer (42). Aunque acudió solo, el deportista sí tuvo tiempo de reconocer que sigue "abierto al amor. Eso siempre", y confía y poder volver a enamorarse algún día.
Por otro lado, horas antes de la cita, Alba Carrillo mantenía una actitud bien distinta a la de su ex marido. Por lo pronto, volvía a recurrir a sus enigmáticos mensajes para dar a conocer lo que piensa de la actitud del tenista.
Bajo una imagen de Pinocho, Carrillo asegura que una mentira "es una mentira. Incluso si todo el mundo la cree. La verdad es la verdad, aunque nadie la crea. Recordando a uno de mis personajes favoritos. Buen día a todos los que no repiten mentiras intentando convertirlas en verdad. El dinero y el poder pueden cambiar opiniones en boca de terceros pero nunca harán que torne algo que es cierto que ocurrió".
Parece que la modelo tiene las cosas muy claras sobre cuál será la línea a seguir en lo que a términos judiciales se refiere. Habrá que esperar a la resolución del juez, del que se espera que dicte sentencia antes de que finalice el año.