Han tenido que pasar casi 20 días para que La Veneno pueda descansar. Este lunes se le ha practicado en el Anatómico Forense de Madrid la segunda autopsia a la vedette, prueba que ha terminado por confirmar que Cristina Ortiz, nombre real de la artista, falleció por un accidente doméstico.
La familia no se ha tomado muy bien el resultado de la misma. En esta segunda autopsia a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL se obvia el hecho de que Cristina llegase al Hospital Universitario La Paz con varios hematomas por todo el cuerpo, razón que llevó a los familiares de la artista a pedir esta segunda prueba.
Según el resultado, “se aprecian los signos propios de haber estado sometido a tratamiento médico-quirúrgico, así como la existencia de vías mecánicas para el resto del tratamiento clínico-hospitalario”. En esta segunda autopsia se asegura que “son muy evidentes las livideces cadavéricas distribuidas por toda la anatomía del sujeto fundamentalmente en extremidades inferiores y partes acras así como en la región superior y cuello”.
No se aprecia ni una sola contusión, a excepción de una herida
Sin embargo, en este segundo análisis no se aprecian en ningún momento los hematomas de los que hablaban los familiares. “No se aprecia ni una sola contusión, a excepción de una herida (que se suturó en quirófano) en región supraciliar derecha o frontal derecha, y producida por una caída”.
Un resultado que ha provocado el enfado de sus familiares. Según Francisco Ortiz, hermano de la vedette, este resultado no concuerda en ningún momento con lo que en su momento redactó la policía en el informe y con lo que el Hospital les había comunicado desde un principio. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a este informe policial en el que, efectivamente, se habla de “diversos hematomas de diferentes tamaños”. Una apreciación a la que el hospital añadía la intoxicación etílica con la que había llegado a sus instalaciones.
“No concuerda nada. Estamos en shock. No puede ser que haya salido otra vez lo mismo”, dice el hermano de La Veneno. “Es que ella había puesto una demanda por malos tratos el día anterior. No puede ser que llegase al hospital sin ninguna contusión”, afirma el hermano, dejando caer las numerosas peleas que la artista tenía con su novio Alin.
Se confirma el primer resultado
Una vez se conocía la muerte de La Veneno, a la vedette se le realizó una primera autopsia apenas dos días después que daba como concluido el caso. Se aseguraba que Cristina Ortiz había fallecido por una accidente doméstico, un resultado con el que no estaban de acuerdo en la familia.
Su intención fue en ese momento enterrar a La Veneno en Adra hasta que se le pudiese realizar una segunda autopsia. Ante las peticiones de su abogado, el juez ordenó la paralización del entierro y la inmovilidad del cuerpo de la artista. Desde que esta prueba se le realizase el pasado día 10 de noviembre, la familia ha tenido que esperar hasta este 28 de noviembre a que se le haga la segunda autopsia. Mucho más tiempo del esperado, ya que en un principio pensaron que este segundo resultado apenas duraría tres o cuatro días.
No habrá entierro pero sí incineración
Todavía no han recibido la orden del juez para poder dar descanso a su hermana, pero Francisco Ortiz espera recibirlo este martes. La familia ha decidido que Cristina Ortiz no será enterrada en Adra, su pueblo natal, como en un principio se había pensado. Una decisión que no había sentado muy bien a sus amigos más cercanos.
Según el hermano, La Veneno será incinerada en cuanto el juez les conceda el permiso. Si todo sucede como se imaginan, este mismo martes la vedette podría ser incinerada. “Queremos cumplir su última voluntad. Si ella lo que quería era que esparciéramos sus cenizas por el parque, es lo que haremos”. Como ya publicó este diario, La Veneno había declarado a sus amigos más cercanos que quería descansar en el Parque del Oeste, “donde fue una puta feliz”.
De momento, la familia no tiene ninguna intención de demandar al Hospital Universitario La Paz a pesar de denunciar en numerosas ocasiones el trato recibido en el centro. Declaran así que quieren descansar “y que se termine toda esta pesadilla”. No descartan que, una vez reposada toda la información, puedan llegar a tomar algún tipo de medida legal contra el centro médico.