Su nombre ha vuelto, de nuevo, a la primera plana de los periódicos después de que Ok Diario confirmara este martes lo que era un secreto a voces desde hace décadas: que el CNI pagó el silencio de Bárbara Rey a cambio de tres millones de euros procedentes de fondos reservados, partida que no es necesario justificar.
La propia vedette ha negado esta información, algo que sorprende teniendo en cuenta que ya en los años 90 denunció presiones, amenazas y hasta un robo de cintas en su domicilio. Además, en su habitual recorrido por los platós de televisión durante los últimos tiempos, Rey no ha tenido nunca reparo en hablar de la citada sustracción y de sus relaciones con importantes personalidades del país, hasta el punto de atribuir a una mano negra el hecho de que sus trabajos en televisión se redujeran de forma drástica.
En la actualidad, Bárbara Rey mantiene, sin embargo, un perfil bajo. Reside la mayor parte del tiempo en Murcia y de vez en cuando se traslada a Madrid para realizar algún trabajo esporádico o acudir a algún evento social, como así hizo el mes pasado con el almuerzo de la peña Cuarto Poder en Casa Lucio. Su día a día lo dedica al cuidado de su hermano, cuya salud es delicada.
Muy de vez en cuando reaparece en algún plató de televisión. Así lo hizo hace unos meses en Sálvame Deluxe o Hable con ellas. "Son momentos difíciles profesionalmente", confesaba entonces, al tiempo que reconocía tener ciertos problemas con la Agencia Tributaria.
Esta situación ha provocado que su caché televisivo se haya reducido notablemente, aunque eso no le ha permitido participar en programas en los que se requiere la presencia de famosos, como Masterchef Celebrity o Gran Hermano VIP.
Rey ha regresado a sus orígenes y en su última aparición pública desveló incluso que había abierto las puertas al amor. Tanto era así que se mostró ilusionada y feliz con una nueva relación de la que no obstante prefirió no dar demasiados detalles.