El retiro de Lucía Bosé, la abuela ausente en el funeral de Bimba
Localizamos a la matriarca del clan en Brieva, un pequeño pueblo de Segovia. Allí vive desde hace meses y es donde ha preferido pasar su duelo. Hasta allí se han desplazado algunos de sus hijos y nietos.
25 enero, 2017 20:40Noticias relacionadas
¿Dónde está Lucía Bosé (85 años)? ¿Por que no ha ido a la capilla ardiente de su nieta? Estas eran las preguntas que se han hecho la mayoría de personas que veían la foto familiar que dejaba este martes el funeral de Bimba. Todos los miembros del clan velaron a la modelo en el tanatorio de La Paz. Allí pudimos ver a una destrozada Lucía Dominguín (59), a su hermana Paola (56) sin poder contener las lágrimas o a un Miguel Bosé (60) claramente compungido, pero ni rastro de la matriarca de la familia.
La abuela de los Dominguín Bosé ha preferido llevar su dolor por el adiós de su nieta fuera del foco mediático. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, Lucía se encuentra en Brieva, una tranquila localidad de la provincia de Segovia de apenas 76 habitantes. Después de pasar varios meses en Panamá cuidando de los cuatro hijos de Miguel Bosé, la italiana aterrizó en España a finales de octubre y se refugió en ese pequeño pueblo. Y es allí donde ha decidido pasar el duelo por su nieta.
No obstante, hace diez días la veterana actriz aparecía en el desfile de We love flamenco en Sevilla. Hacía casi tres meses que no aparecía públicamente después del evento del 25 de octubre en el Florida Club. Pero su ausencia en el funeral de Bimba ha hecho que saltasen las armas. Por eso desde Jaleos hemos querido conocer el paradero y el estado de salud la matriarca. Tras conocer su paradero, este medio se ha puesto en contacto con varios vecinos del lugar, quienes han confirmado que Lucía Bosé hace su día a día como cualquier otro paisano de la localidad segoviana.
En Brieva todos se conocen y presumen de su vecina más ilustre. "Lucía es una mujer muy cercana, estando con ella te das cuenta de que es una mujer de mundo, de esas dignas de conocer", explica el dueño de la casa rural más famosa del pueblo. "La conocí hace muchísimo años porque ella estuvo en la firma ante notario de la compraventa de lo que después yo convertí en casa rural. El edificio pertenecía a unos artistas italianos y cuando uno de ellos se puso enfermo, la nombró la albacea", explica a EL ESPAÑOL. Pero también pudo conocer de primera mano a la Lucía más personal. "Cuando lo compré me ayudó a limpiar la casa y a decorarla. Incluso eligió el color de algunas estancias. Siempre me decía: 'Luis, tienes que pintar esto de azul'. Es una enamorada de ese color".
Respecto a su ausencia en el funeral de Bimba Bosé la opinión del pueblo está dividida. "Me ha parecido raro que no fuera Lucía porque es una mujer muy activa, se deja ver mucho por el pueblo, aunque es verdad que ya no conduce y tiene a su lado a una persona que la lleva y la trae para todo", explica a este medio un vecino. Sin embargo, para otros habitantes de Brieva la ausencia de la veterana del clan está más que justificada: "Es totalmente comprensible que ella a su edad quiera llevar el dolor en la intimidad y no tener que enfrentarse de forma pública a un golpe así, ella está muy tranquila aquí y ya ha estado su familia esta semana con ella después de lo sucedido", cuenta un empleado del único restaurante del pueblo.
Según los vecinos, Lucía Dominguín, madre de Bimba Bosé, y su hermano Olfo, acudieron el martes por la mañana a Brieva para unirse al dolor de la abuela por la despedida de su nieta más especial. "Miguel Bosé también ha estado hace muy poco, vienen a menudo, pero pasan desapercibidos porque los vecinos estamos acostumbrados a verlos, están muy integrados en el lugar", narra un hostelero del pueblo.
"Lucía es muy activa, la vemos día tras días por las calles y teniendo en cuenta los límites que le pone la propia edad, se la ve bien de salud", cuenta a este medio un vecino de Brieva. Y es que la matriarca del clan Bosé cumplirá 86 años este mismo sábado. Aunque la edad nunca ha sido un impedimento para ella. Como recordaba un vecino muy cercano a la italiana, "hace menos de dos años me dijo que se iba a rodar una película a Italia, y yo le pregunté sorprendido que cómo iba a hacerlo. Ella me contestó: 'es que me gusta, me lo han ofrecido y me llama mucho, yo me meto en mi mundillo y no puedo ser más feliz".