Los secretos del triángulo amoroso de Ariadna Gil, Viggo Mortensen y David Trueba
El escritor Javier Cercas ha narrado su última novela como vivió en primera persona la separación de su gran amigo y su pareja.
10 febrero, 2017 01:53Noticias relacionadas
"De un día para otro se apagó, su pelo se entrejió de blanco, envejeció […] su mujer le dejó por eso que los paparazzi llaman una estrella de de Hollywood; en realidad se trataba de algo mucho peor: de una estrella de cine que se resiste con uñas y dientes a ser una estrella de Hollywood, lo que le convierte en una estrella de Hollywood al cuadrado, uno de esos tipos con el que todas las mujeres sueñan". Así es como el escritor Javier Cercas, quien está a punto de publicar El monarca de las sombras, comienza el relato en su nueva novela de uno de los episodios más íntimos de su gran amigo David Trueba (47 años). Su mujer Ariadna Gil (48) le abandonó por Viggo Mortensen (58), pero hasta ahora nadie se había atrevido a contar los sentimientos más profundos de un hombre que sufrió por amor.
"Yo nunca le preguntaba por el asunto, porque recordaba una frase de un viejo actor de reparto que David citaba a menudo ("Yo a mis amigos no les cuento mis penas: ¡que les divierta su puta madre!" y porque él apenas lo mencionaba: no obstante las pocas veces que lo hizo me llamó la atención la ecuanimidad de psicólogo especializado en relaciones de pareja con que hablaba de su matrimonio roto, pero sobre todo que no formulase el más mínimo reproche contra su mujer y que pareciese mucho más preocupado por ella que por sí mismo", continúa Cercas en su libro.
"Hasta que un día, mientras me contaba que acaba de verla para hablar de los niños, como hacía a menudo, se desmoronó y empezaron a correrle las lágrimas por las mejillas. Sintiéndome impotente, le dejé llorar; luego le dije con rabia que se estaba equivocando y que una cosa es ser un caballero y otra un imbécil. -Preocúpate de ti, coño- le dije furioso. Olvídate de esa mujer. Y desahógate un poco. No pasa nada. Llámala a ella bruja y a él sinvergüenza. Mira, mira repite conmigo: ¡Sin-ver-güen-za! Pruébalo, ya verás, te sentará de puta madre".
"Ya me gustaría a mí Javier, pero es que no puedo. Tú no lo entiendes: es normal que el tío sea muy guapo y muy rico y hasta que tenga los ojos azules; el problema es que además el hijo de puta es un tío estupendo, una persona buenísima y un actor cojonudo". "¡Pues por lo menos cágate en tu mujer!", replicó Cercas. "¿En al madre de mis hijos?", contestó Trueba horrorizado. “¿Cómo se te ocurre? Además en el fondo la culpa de todo es mía: ¡Pero si casi fui yo el que terminé de convencerla de que estaba enamorada de ese cabrón y de que se largara con él!".
Han pasado ya más de siete años desde que David Trueba y Ariadna Gil pusieran fin a su relación. Desde 2009 la actriz comenzó una nueva vida al lado de Viggo Mortensen, con el que vive desde entonces en Madrid: primero en la calle Ramón y Cajal y después en Barquillo. Son muy celosos de su intimidad y por eso es excepcional verlos juntos. La última vez que fueron fotografiados es hace tres años dando un paseo por las calles de la capital. Esta semana el intérprete de El Señor de los Anillos ha asistido al almuerzo de los nominados a los Oscar. Viggo Mortensen está nominado como mejor actor principal por su papel en Captain Fantastic y le veremos pisar la famosa alfombra roja el próximo 26 de febrero. Lo que se desconoce es si Ariadna Gil estará a su lado en una noche tan especial, ya que podría ser la primera estatuilla dorada para el actor.
Por su parte, David Trueba no ha conseguido rehacer su vida. En una entrevista hace un año confesó que no estaba enamorado y que eso le fastidiaba mucho. "Lo siento porque es el estado ideal del ser humano, el mejor, maravilloso. El tesoro de la vida es la legión de personas que son importantes para ti. Bueno, movimiento tengo... pero no ese amor pasión que te deja sin aire, el que te arranca y te descoloca", aseguró en La Vanguardia. Lo que sí consiguió es continuar con su vida después de que su corazón se rompiera en mil pedazos y empezó a irle mejor que nunca a nivel profesional.
Ariadna Gil y David Trueba nunca se casaron porque no creían en los formalismos. Fruto de su amor nacieron sus hijos Violeta y Leo.