Sola, sin el apoyo de una pareja, como a ella, mujer tradicional, le habría gustado. Así acudirá la ex ministra de Sanidad Ana Mato (58) a declarar esta semana en el juicio por la trama Gürtel. Desde que se separara de su marido, el implicado Jesús Sepúlveda (64), Mato vive dedicada a los hijos. Y espera que pronto, a los nietos.
Como alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda pasaba muchas horas con su jefa de prensa, la joven periodista Natalia Bosch (40). Tantas, que al final terminó enamorándose de ella, a pesar de estar casado. Nada sospechó al principio su esposa, Ana Mato, aunque este amor terminó interponiéndose en su matrimonio, que terminó roto.
La exministra de Sanidad es hoy noticia porque debe declarar por el caso Gürtel esta semana. Y una de las personas por las que se ha visto implicada es precisamente su exmarido.
Corría el año 2003 cuando el matrimonio Sepúlveda Mato ya hacía aguas, según declararon después algunos amigos de la pareja. Así que nadie se sorprendió cuando el entonces alcalde inició un romance con su jefa de prensa. Ella, Natalia Bosch, hija del actor Joaquín Kremel y de la cantante cubana Elsa Baeza, abandonó a su novio surfista a tres días de casarse con él. La historia con Sepúlveda iba en serio. Aunque finalmente también hizo aguas.
Ana Mato y Jesús Sepúlveda se separaron en 2005 pero nunca se divorciaron. Padres de tres hijos: Borja, Ana y Sol (hace poco se casó el mayor, Borja, de 30 años), la pareja siempre ha sido muy tradicional y de guardar las formas. Su última aparición pública juntos fue en la famosa boda de Ana Aznar con Alejandro Agag, en 2002.
Entonces la pareja ya estaba en crisis. Quienes les conocen dicen que en aquella fiesta ni siquiera se hablaban y es difícil encontrar una foto en la que se vea cierta complicidad. Ni siquiera hay una imagen en la que se les vea juntos físicamente, siempre les separa más de un metro de distancia.
Se habían conocido en la universidad mientras estudiaban Ciencias Políticas y del ensueño del ideal pasaron a la práctica del cargo. Ambos procedentes de familias de clase media alta, mantuvieron un alto ritmo de vida mientras eran matrimonio. Algunos de sus gastos sobrepasaron los límites de lo legal y ambos han terminado sentados en el banquillo.
Ana Mato acudirá a declarar sin un brazo al que agarrarse. No se le conoce pareja desde que se separó, como tampoco a Sepúlveda. Mientras, Bosch, la tercera en discordia, tiene una vida nueva, con marido e hijo incluidos, una vida que muestra feliz en las redes sociales. Sí, volvió con el surfista.
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