María Teresa Campos no pasa por su mejor momento. La pasada semana su jefe, el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, le daba una de las peores noticias que le podían dar: la cadena había decidido cancelar la edición de los domingos de su programa ¡Qué tiempo tan feliz! por sus bajos datos de audiencia.
Un varapalo fortísimo que al menos ha sido recompensado por la cadena dándole a la presentadora una nueva sección en Sálvame en la que tratará junto a Jorge Javier Vázquez temas de la actualidad. De hecho, ya hace unos días habló sobre la crisis de Podemos y la polémica de Eurovisión.
A pesar de este 'regalo', la cancelación de la edición de los domingos de QTTF supone un enorme disgusto para la malagueña, que ha visto cómo hace sólo unos meses la programación de Telecinco y las revistas giraban en torno a su persona gracias a su reality de Las Campos, a sólo contar con un pequeño hueco en la parrilla del canal.
De ahí que, según ha podido saber este periódico, la veterana periodista esté deseando que se emita el penúltimo capítulo de su reality, así como grabar la última entrega, y así volver a ser el centro de atención de la actualidad rosa.
Y todo ello a pesar de que la emisión de los anteriores capítulos de Las Campos no sentaron del todo bien a la presentadora. De hecho, la veterana periodista habría mostrado su malestar a la cadena ya que no le habría gustado el tratamiento que han tenido los episodios de Las Campos en Telecinco, así como todos los comentarios que se han vertido sobre su relación con Bigote Arrocet.
De hecho, durante la emisión del tercer capítulo de Las Campos, María Teresa mostró su malestar en directo porque la dirección del programa pidió a su hija que le preguntara por las imágenes de Bigote Arrocet con sus 'amigas' entrando y saliendo del apartamento de soltero que el humorista tiene en la capital.
Es precisamente ese otro de los disgustos por los que, según la revista Lecturas, la presentadora ha tenido que recurrir a un tratamiento de ansiolíticos para su recuperación. “Hay frentes abiertos que tienen que ver con el trabajo, la vida, con la economía... y ha sido mandarme una cosita, que no voy a decir qué es, y que se me quitaran los mareos”, dijo.
Una deuda de 800.000 euros
En lo que respecta a su frente abierto con la economía, este se debe a que, tal como publicó La Razón, Hacienda le reclama a la Campos 800.000 euros tras una investigación. “El único contencioso que actualmente tengo con la Agencia Tributaria es sobre una comprobación que finalizó en junio de 2012. La liquidación se basa en una interpretación de Hacienda con la que no estoy de acuerdo”, aclaró la presentadora en un comunicado.
Desde ese año Hacienda considera que los profesionales que facturaban a través de su propia empresa, como la presentadora, y declaraban como tal, deberían haberlo hecho como personas físicas, con lo que los impuestos que pagaron eran inferiores a los que les correspondía pagar. Ahora Hacienda reclama esa diferencia. Si se confirma la deuda, María Teresa lo tiene claro: “Si tengo que pagar esa cantidad de más, lo acataremos”.
Este no es, sin embargo, el único frente económica al que se enfrenta la familia. Y es que las dificultades económicas de su hija Terelu Campos no son ningún secreto. La malagueña había rehipotecado por cuarta vez su vivienda de Aravaca (Madrid), el triplex de 556 metros cuadrados que adquirió en primavera de 2014.
Se señaló entonces que su hipoteca ascendía a 921.051,44 euros y que, antes de pedir su último crédito, ya tenía que pagar 5.500 euros a su banco cada mes. Una deuda que le ha llevado a exponer su vida como nunca.