El original autorregalo que se hizo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (45 años) por Navidad le ha traído más de un quebradero de cabeza. La mano derecha de Mariano Rajoy (61) se encaprichó en su día del despacho que en otro tiempo utilizó el almirante Carrero Blanco y que le ha traído no pocos quebraderos de cabeza, sobre todo después de que el PSOE llevara al Congreso la supuesta reforma y, posteriormente, denunciara la ocultación del coste.
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La estancia en cuestión, la tercera que ocupa Sáenz de Santamaría, se encuentra en el madrileño Paseo de la Castellana, concretamente en la planta baja del antiguo palacio del marqués de Villamejor, que en otro tiempo fue la sede de la secretaría de Estado de Administraciones Públicas. En total, son 73 glamourosos metros cuadrados que Carrero Blanco utilizó durante 32 años y a los que se accede a través de un salón de 130 metros cuadrados.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con expertos anticuarios para desentrañar los detalles más importantes del interior del despacho de la vicepresidenta, una estancia que varias de las personas consultadas consideran que está decorada con piezas "muy elegantes y con un predominio de estilo clásico".
Tras mostrarle una de las fotografías en las que se percibe una vista general de la dependencia de Sáenz de Santamaría, algunos se atreven incluso a valorar económicamente los muebles que la componen. Es el caso de Juan Olives, presidente de la Asociación de Anticuarios de Galicia, que basándose únicamente en la instantánea estima que el conjunto del mobiliario rondaría los 70.000 euros. "Habría que hacer una comprobación in situ, pero los muebles parecen propiedad de Patrimonio Nacional y, por tanto, de buena calidad".
Mientras que la alfombra de nudo que ocupa la parte central de la sala procedería de la Real Fábrica de Tapices y costaría unos 12.000 euros, la pareja de sofás entelados 3.000 y la mesa de sofá francesa con tapa en mármol unos 2.000, la mesa de despacho tendría un valor de 5.000. Gema Alcocer, de Alcocer Anticuarios, va más allá. "Se trata de una mesa de pedestal inglesa con un trabajo de plumeado en los cajones y fabricada en distintas maderas como el limoncillo o la caoba".
En cuanto al reloj de sobremesa con guarnició y los candelabros con cinco luces, Alcocer los fecha en el siglo XIX y atribuye su origen a Francia. Su precio, influido por el bronce pavonado y dorado del que están compuestos, se eleva hasta los 8.000 euros aproximadamente, siempre partiendo de la fotografía.
El mueble bargueño del fondo podría alcanzar un valor de 5.000 euros, mientras que las sillas de estilo imperio que se ven en primer término, 1.000 la unidad. Por su parte, el espejo dorado y tallado en madera con guirnaldas y motivos vegetales, que Alcocer atribuye también a Francia y al siglo XIX, tendría un valor estimado por parte de Olives de unos 7.000 euros.
Otro de los objetos que más llaman la atención del interior de la estancia es el conjunto de lámparas de cristal y guirnaldas de bronce que, en opinión de Alcocer, siguen el estilo de Luis XVI. "Hay que fijarse en que van a juego con la pareja de apliques de pared de canastillo de los laterales", asegura al tiempo que determina el siglo XIX y Francia como los puntos de partida de las lámparas. Olives, por su parte, las cifra en 7.000 euros la unidad.
En cuanto a la chimenea tallada en mármol blanco de Carrara, valorada en 12.000 euros, cuenta con una decoración en relieve de putti en el frente y enmarcada entre columnas clásicas laterales, mientras que la consola francesa del fondo está tallada en madera y fabricada a partir del trabajo típico de la época barroca y decorada con roleos vegetales.
Los elegantes retratos del fondo realizados en óleo sobre lienzo, vienen a completar el conjunto, aunque al desconocer la autoría de los mismos su valoración se hace harto complicada para los expertos anticuarios consultados.