A principios del año 2011 los descendientes de Cayetana de Alba temían que su patrimonio corriese peligro al conocer la noticia de que la aristócrata tenía intención de casarse con Alfonso Díez. La familia llevaba meses negándose a la boda, pero en verano de ese mismo año las partes se pusieron de acuerdo gracias al paso que dio la duquesa de donar sus bienes en vida ante las dudas de su hijos por las posibles malas intenciones de terceros.
Así, tras firmar ante notario, Cayetana y Alfonso pudieron darse el 'sí, quiero' el 5 de octubre de 2011, con sus hijos ya tranquilos por salvaguardar el patrimonio de los Alba. Y es que estaban en juego más de 3.000 millones de euros, una cifra por la que los descendientes de Fitz-James Stuart pusieron el grito en el cielo al saber que su madre volvería a casarse por tercera vez.
"Nos llevamos un susto de muerte a raíz de su última boda, porque era lógico, ¿no?, por la edad tan avanzada que tenía y la forma de peligrar el patrimonio", ha explicado Cayetano Martínez de Irujo en un especial informativo de Antena 3 denominado Enterrados por la herencia. Por eso, los hijos de la duquesa de Alba pusieron en marcha su mente para intentar salvar el legado sin dañar los sentimientos de su madre. "Me reuní con Felipe González porque pensé que era la persona idónea que nos podía aconsejar ante el shock que teníamos en un primer momento", cuenta el aristócrata al programa de Susanna Griso. Y es que una donación en vida podía poner todo a salvo, pero corrían el riesgo de que Cayetana de Alba no lo aceptara.
"Íbamos en el tren y teníamos miedo o, más bien, reparo de cómo comentárselo a mamá", narra Martínez de Irujo sobre ese día en el que viajó para hablar cara a cara con su madre. El quinto hijo de la duquesa y su abogado prepararon una estrategia para que la reunión no resultara tan dura para ambas partes y no pareciera que los hijos estaban interesados en ese reparto en vida. Así que le hicieron creer a Cayetana que lo de la donación fue idea suya, contando con el apoyo del abogado, quien ya 'estaba compinchado' con Cayetano previamente para que eso ocurriera. El ex de Genoveva Casanova se hizo el duro durante dos días, haciéndole ver a su madre que no estaba del todo de acuerdo, pero pasado ese tiempo la llamó para decirle que lo aceptaba.
Cayetano asegura que tuvieron que llevar a cabo esa 'estrategia' porque "resulta difícil proponer las cosas directamente, seas quien seas y tengas la confianza que tengas con la otra persona". Pero, a pesar de haber engañado a su madre, los hijos tienen creencia ciega en que era lo mejor que se podía hacer y no tienen "ninguna duda de que ha sido de las decisiones más importantes en los 600 años de historia de la Casa, ha sido la salvación".