Tras su boda íntima y secreta en Las Vegas –el paraíso de las ceremonias exprés– hace un mes, la actriz María Valverde (29 años) y el prestigioso director de orquesta Gustavo Dudamel (36) se han convertido en la pareja del momento. En su primera escala en España tras su matrimonio, la pareja ha pernoctado en el lujoso hotel Mandarín Oriental de Barcelona, ya que Gustavo ha estado cumpliendo con su agenda profesional para dirigir a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar del Palau de la Música.
En Barcelona, María acudió a los conciertos nocturnos de su marido. Algunas personas del público que estaban cerca de ella aseguran que en sus ojos había un brillo especial. El amor envuelto en las sinfonías beethonianas son, sin duda alguna, uno de los mejores regalos para la protagonista de La flaqueza del bolchevique, que el próximo 24 de marzo cumple 30 años.
En su penúltima salida nocturna, la pareja decidió salir a divertirse por todo lo alto con un grupo de amigos. El grupo eligió un popular gastrobar, la La Robadora, ubicado en El Raval, una zona bohemia de la ciudad condal donde Picasso y Dalí encontraron buenos momentos de inspiración y donde incluso Hemingway pilló más de una borrachera. Según cuentan testigos presenciales a JALEOS, María y Gustavo llegaron en un Mercedes con chófer.
A las once de la noche estaba todo preparado en la mesa más grande de este local famoso por sus exquisitas tapas como los caracoles de L’Empordà con cecina de León, la escalibada con aliño de miso, el pulpo teriyaki o el tartar vegetariano con cremoso de mató. En total, una decena de personas acompañaron a los recién casados para brindar con cava por el momento tan especial que la actriz y el director de orquesta están viviendo. Pero el momento cumbre llegó cuando el último del resto de clientes que se encontraban en el restaurante abandonó el local. Fue poco antes de la una de la madrugada. En ese momento, se cerró la puerta y bajó el cierre para que la fiesta continuara de forma privada.
Muchas cosas por las que brindar
Los brindis se sucedían uno tras otro mientras la música latina resonaba entre las cuatro paredes. Especialmente, la bachata, uno de los ritmos favoritos de María y Gustavo. Según cuentan a este medio, ambos bailaron y bebieron junto al resto de sus amigos hasta que pasadas las dos de la madrugada decidieron poner punto final a la fiesta.
La anécdota de la noche la protagonizó el director de orquesta, que, debido a su excesiva 'alegría', tuvo que ser acompañado por dos amigos venezolanos hasta el coche.
María, muy guapa con un abrigo tres cuartos en color crema y pantalones negros, y Gustavo, vestido de manera informal con jeans, americana a cuadros y camisa, evitaron posar juntos ante varios paparazzi que les llevan vigilando desde hace días. Ambos se caracterizan por su gran discreción y tanto a la entrada como a la salida del Palau y del restaurante salieron por separado. Sin embargo, en el interior del vehículo, se profesaron numerosas muestras de cariño entre besos, caricias y abrazos. A su llegada al hotel Mandarín hicieron una pequeña concesión y la pareja entró abrazada mientras subía la rampa de la puerta principal de este cinco estrellas.
Boda secreta en Estados Unidos
A pesar de que María y Gustavo no han confirmado su estado civil, se ha publicado que la intérprete y el director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles contrajeron matrimonio el pasado 11 de febrero, a tenor de la fotografía que la propia María colgó en su cuenta de Instagram. En la imagen se puede apreciar a la joven con un discreto vestido blanco de tirantes y una corona de flores malvas y amarillas posando en medio del desierto del estado de Nevada (Estados Unidos) y con un único y misterioso mensaje que dio pie a las especulaciones: “Happiness is you”.
La pareja se conoció durante el rodaje de Libertador, que supuso un cierto halo de aire fresco en sus ya anquilosadas relaciones. Por un lado, María llevaba ya casi cuatro años junto al también actor Mario Casas (juntos protagonizaron tres películas, A tres metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti y La mula) y el director de orquesta estaba a punto de entrar en la vorágine de los papeles de separación de Eloisa Maturén, actriz y empresaria cultural venezolana, madre de su hijo Martín, de 9 años, con quien contrajo matrimonio en el 2005 y que el juzgado californiano alegó la tan socorrida fórmula de "diferencias irreconciliables".
Cuando en el verano de 2014 María confirmó definitivamente su ruptura y Gustavo se divorció oficialmente meses después, la pareja vivió su amor sin cortapisas, pero con discreción. Una de las imágenes más bonitas de comienzos de año fue cuando la actriz fue una espectadora de honor al ver cómo su futuro marido se convertía en el director más joven en ponerse al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena para el tradicional concierto de Año Nuevo. Otra de las celebridades que no quiso perderse el acontecimiento fue la oscarizada leyenda de Hollywood, Julie Andrews, amiga de Dudamel.
A pesar de viajar constantemente por el mundo debido a sus compromisos profesionales –él es director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, la Sinfónica de Gotemburgo y la Sinfónica Simón Bolívar y ella rueda en diferentes continentes-, el domicilio conyugal de la pareja está fijado en Los Ángeles. De momento, se desconoce si es la misma mansión de cinco habitaciones ubicada en el barrio residencial de Los Feliz que Gustavo compró hace varios años.