Carmen Franco Polo (90 años), la única hija de Francisco Franco y de Carmen Polo, ha puesto precio a uno de los pisos que se convirtió en el refugio de la viuda del caudillo desde 1976 hasta su muerte, en 1988. Se trata de un lujoso ático de 625 metros cuadrados, 3 amplios salones, 6 habitaciones, 6 baños y dos espaciosas terrazas ubicada en una de las mejores zonas de Madrid, en pleno barrio de Salamanca. "Sin duda uno de los pisos de lujo más exclusivos de la ciudad no solo por sus características señoriales de grandes salones con chimeneas, comedor de gala, terraza balaustrada con espectaculares vistas, sino por su privilegiada ubicación y la emblemática y distinguida finca en la que se ubica con grandes servicios, solo propios de los mejores inmuebles de Madrid", según indica la inmobiliaria. Tal vez por ello estemos hablando de un alquiler que está al alcance de unos pocos: 7.000 euros mensuales.
Ubicado en la calle Hermanos Bécquer, es el inmueble en el que la viuda del general Franco quiso asentar su hogar con la convicción de que estaría bien protegida, pues se encuentra próximo a la Embajada de Estados Unidos, aliados durante el mandato de su marido durante años. No obstante, todo el edificio es de la familia Franco, pues Carmen empezó comprando un piso de 500 metros cuadrados y terminó comprando la finca completa.
Cuando la familia Franco se instaló en esa dirección, los vecinos jaleaban a la viuda del dictador quien escuchaba cómo gritaban su nombre con orgullo. Hoy nada de eso sucede y de hecho, su hija, propietaria actual de la finca y residente en el edificio, actúa con cautela cada vez que tiene que salir por el barrio para acudir a misa, una de sus citas más habituales. Allá donde haya una manifestación, Carmen Franco camina en sentido contrario para evitar polémicas.
Aunque no le resultará difícil huir de dichas aglomeraciones, ya que en los 625 metros cuadrados del piso que alquila podría pasar días enteros sin salir de ella y aún así estar entretenida en sus diversas estancias. El ático cuenta con un vestíbulo impresionante que recibe a los invitados, dos salones de entorno a 150 metros con chimenea, un comedor con una gran mesa pensada para 18 personas, cuatro dormitorios en suite y habitación de invitados, baño y cuarto para el servicio.
Quien alquile este ático debe saber que no contará con un ascensor que le lleve hasta la puerta, ya que éste solo llega hasta la quinta planta, y el piso en alquiler se encuentra en la sexta altura. No obstante, contará con la ayuda de la mismísima propietaria, que vive justo en el piso de abajo. Pero si por algo tiene auténtico valor este piso es por las vistas que se pueden disfrutar desde su azotea y por la gran terraza que rodea toda la estancia.