David Delfín (46 años) adora la primavera y lleva años demostrándolo en su Instagram. Los ramos de rosas en tonos pastel son sus preferidos e inundan su red social de forma continua desde octubre. Esta semana escogió una flor especial para la persona que permanece a su lado desde hace dos años, su novio, Pablo Sáez (28).

Junto a un primer plano de los pétalos de la flor, el malagueno escribe: "A mi Pablito", al lado de un corazón. 4.000 'me gusta' y cientos de mensajes llenos de apoyo y cariño son los que ha recibido la publicación de Delfín. Aunque su querido receptor también se ha dado por aludido y ha respondido de igual manera.

"A mi David", contestaba Pablo con otro plano de la flor que se ha convertido en el símbolo de su amor. El novio del modisto no es tan fan de las plantas como su chico y en sus redes apuesta más por mostrar su trabajo de fotógrafo y sus sesiones con modelos. No obstante, nunca rechaza una muestra de amor de Delfín.

Tras varios meses sin publicar nada, concretamente desde el otoño pasado, David publicó una imagen de un jarrón con sus adoradas flores a mediados de marzo. Esa vuelta a la actividad digital coincidió con diversas informaciones que hablaban de un empeoramiento del diseñador, pero, según explicó EL ESPAÑOL, el modisto permanece tranquilo en el calor de su hogar y acudiendo puntualmente a sus revisiones en el Hospital de la Fundación Jiménez Díaz.

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Delfín también dio un gran paso en noviembre de 2016, ya que no mostraba su rostro desde junio, con el que pudimos evidenciar un gran cambio en su aspecto físico. La fuerte medicación, el tratamiento y el avance en sí de la enfermedad enseguida hicieron mella en el diseñador, aunque no sufrió transformación en su espontáneo carácter, como muestra la imagen que decidió colgar en esa fecha homenajeando 'el momento porra' de Terelu (51) en el docurreality de Las Campos.

El pasado 5 de abril se cumplía un año de la fecha en la que el malagueño fue operado. Le extirparon dos de los tres tumores que tenía en la cabeza. Los efectos de la enfermedad han ido en aumento y ya apenas puede moverse y tiene grandes dificultades para hablar, pero eso no le impide estar al tanto de los diseños en los que trabaja su firma ni de ser el centro de atención en las visitas que recibe de su carismático grupo de amigos.