Corría el año 2008 y los españoles se sentían estafados, musicalmente hablando, por lo que comenzó como una parodia auspiciada por el programa de televisión Buenafuente (La Sexta) y acabó convirtiéndose en una candidatura real al Festival de Eurovisión. Rodolfo Chikilicuatre, personaje interpretado por el actor David Fernández (46 años), hacía perrear a los europeos con su peculiar baile en cuatro pasos: "uno, el brikindans, dos, el crusaíto, tres el maiquelyason, cuatro, el robocob".
Los españoles asistían atónidos a una de las actuaciones que pasará a la historia negra de la participación de España en Eurovisión. Entre otras cosas, porque la iniciativa humorística acabó como candidatura firme en el programa Salvemos Eurovisión. En él se elegía el representante español y muchos otros aspirantes que se dedicaban de forma más o menos profesional al mundo de la música vieron cómo Chikilicuatre arrasaba en las votaciones populares.
Lo cierto es que, al margen del debate acerca de la seriedad o no de la candidatura española, la incursión de Chikilicuatre en Eurovisión se saldó con un resultado mucho más digno que el de Manel Navarro (20), el representante de esta última edición. Para empezar, no quedó en último puesto, sino en la posición decimosexta de los 25 países participantes en 2008, con un total de 55 puntos. Este año, Navarro ha dado la razón a todas las encuestas, que lo situaban en el último puesto. Eso sí, ha rascado cinco puntos procedentes de las votaciones de los espectadores del festival.
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Por si fuera poco, la actuación de Chikilicuatre fue la más vista desde que Rosa López (36) nos representara en la edición del año 2002, con un total de 13,9 millones de espectadores, lo que supone un 78,1% de share. El momento de las votaciones congregaron ese año a 10,6 millones de personas, más que algunas de las retransmisiones de fútbol más vistas y, por supuesto, más que esta última edición del festival con Manel Navarro como representante de España.