El jugador del Atlético de Madrid Lucas Hernández (21 años) y su hasta hace unas semanas exnovia, Amelia de la Ossa Llorente (29), pusieron tierra de por medio para recuperar su relación sentimental, rota tras protagonizar un episodio de maltrato en el ámbito familiar. Decidieron irse lejos, muy lejos. Nada menos que 6.914 kilómetros, que son los que distancian Madrid de las islas Bahamas. Pero eso les ha costado la vuelta a los calabozos.
Y es que entre ellos existía una orden de alejamiento de 500 metros, que al parecer desconocían, y que les ha hecho tener que volver a encontrarse con las autoridades policiales. La pareja decidió retomar su relación una vez se calmaron las aguas por el episodio del 21 de febrero. En ese momento ambos fueron condenados a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad por cometer un delito de maltrato en el ámbito familiar después de que se agredieran mutuamente en una pelea y ella le rayara el coche.
Tras esto, el francés y su pareja quisieron dejar atrás los malos recuerdos y recuperar su amor en un paradisíaco lugar. Por eso, este mismo mes volaron rumbo al Caribe, donde quisieron cerrar ese oscuro episodio y recuperar una historia romántica. Pero al pisar de nuevo suelo español se toparon con la realidad. Y es que este martes, nada más aterrizar en el Aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez, varios agentes de policía detuvieron a la pareja por quebrantar la orden de alejamiento que impuso el Juzgado de lo Penal número 35 de Madrid especializado en Violencia de la Mujer tras el turbulento suceso que protagonizaron en febrero.
[Más información: Lucas Hernández, puesto en libertad tras declarar en el juzgado]
Tras una noche en los calabozos de Moratalaz, el futbolista ya ha sido puesto en libertad este miércoles. Ella, sin embargo, se libró de la detención debido a un resquicio legal al que pudo aferrarse. Este nuevo revés en su retomada historia de amor afectará directamente a esa reconciliación, ya que no podrán acercarse hasta que quede solventada y retirada su orden de alejamiento.
De hecho, se desconocía que el jugador del Atlético de Madrid y Amelia de la Ossa hubieran vuelto a darse una oportunidad hasta que ha trascendido su viaje a las Bahamas y su posterior -y segunda- detención. La fuerte bronca del pasado febrero que terminó en dependencias policiales parecía ser suficiente motivo para dar por finalizada la relación, pero, de forma inesperada, la pareja quiso reavivar la llama al otro lado del Atlántico y pasando por alto, incluso, el dictamen de un juez.
Y es que en los últimos meses las autoridades policiales se están convirtiendo en los testigos de excepción del ir y venir amoroso de Lucas y su novia. Una pelea, una ruptura, una reconciliación, un viaje idílico y una nueva detención son los capítulos más destacados de sus aventuras en 2017 a las que tendrán que poner solución en caso de que no quieran que los agentes se conviertan de forma perpetua en los terceros en discordia de la relación.