A un mes de la 'reboda' de su hijo Jesulín de Ubrique (43 años), junto a María José Campanario (38), la madre del diestro, Carmen Bazán (72), abre las puertas de su casa en El Bosque (Cádiz) para sincerarse. Un piso de setenta metros cuadrados que Bazán sigue pagando y en el que vive sola. La progenitora de Jesulín ha asegurado en una entrevista concedida a Lecturas que cobra tan solo 487 euros al mes como pensionista y que son sus hijos quienes le ayudan. A pesar de encontrarse separada desde el 2003 del amor de su vida, Humberto, no se siente sola. Las puertas de su casa "siempre están abiertas", asegura en la publicación.
Carmen Bazán luce una sonrisa implacable. Deja atrás los años oscuros en los que sufrió una gran depresión, "fue horrible, me pusieron en tratamiento psiquiátrico y poco a poco salí", recalca Bazán. Ahora, completamente recuperada, vive con la ayuda de sus hijos y asegura que "no para" en todo el día. La madre del Jesulín de Ubrique lleva una vida activa junto a sus amigas y afirma ir "mucho a Ambiciones".
Sentimientos encontrados en Ambiciones
La gran finca que compró su hijo Jesús con tan solo 16 años ha sido siempre punto de encuentro entre familia y amigos y, aunque demostró también ser cuna de su felicidad, Bazán no siempre lo ha pasado bien. "Estuve viviendo con Humberto tres o cuatro años. Para el público seguíamos juntos, pero él hacía su vida y yo la mía", apunta la madre del diestro refiriéndose a su exmarido, a quien incluso le dio una segunda oportunidad que no cuajó. Una etapa a la que se le sumó su partida de la finca tras la discusión con su hijo Jesús: "Me fui de Ambiciones por decir que a Andrea (18) no le habían hecho de la noche a la mañana, que nació porque Belén era el amor de su vida", apunta Carmen, que prefiere centrarse ahora en su propia felicidad y bienestar.
A pesar de haberse enterado de la celebración de la boda por una periodista, asegura "estar feliz". No ve a su nieta Andrea desde hace dos años y, aunque afirma no saber si esta acudirá al enlace, le gustaría. La joven y su madre, Belén Esteban (41), mantienen una cordial relación con Carmen y, aunque no se ven a menudo, ambas aseguran tener las puertas de sus respectivas casas abiertas. "En mi casa hay una habitación para Andrea, ella lo sabe", apunta Carmen Bazán.