Cada verano la isla ibicenca se convierte en el lugar con mayor concentración de futbolistas por metro cuadrado. Esta localidad balear no entiende de colores o escudos en la camiseta y acoge a deportistas de todo tipo de clubs de dentro y fuera de nuestras fronteras.

Pero lo cierto es que si hay un equipo que gana por goleada, es el Real Madrid, que cada año tiene la más amplia representación en la isla. Seguido muy de cerca por el FC Barcelona que tiene también varios futbolista que nunca fallan a su cita con el mar mediterráneo. No obstante, a pesar del vestuario en el que jueguen, la mayoría de deportistas se mueven por los mismos lugares y JALEOS ha querido recoger esos puntos clave de Ibiza donde podrías encontrarte con una de estas estrellas del balompié.

Del campo al mar

A los futbolistas les gusta dejar de lado el césped que tanto pisan durante el año para sentir el mar en sus pies durante sus vacaciones. Por eso el puerto de Marina Ibiza suele estar plagado de yates de famosos y la gran parte de ellos futbolistas.

Allí hemos podido ver estos días a Messi (29), Piqué (29), Fábregas (30), Luis Suárez (30) o Negredo (31) donde pudieron disfrutar del servicio exclusivo de restaurante que tiene el puerto para los barcos atracados, así como otros privilegios como masajista personal.

Como en casa

Lejos de acomodarse en un apartamento de alquiler sencillito como el resto de los mortales, los futbolistas del nivel de los merengues y blaugrana se alojan en villas de lujo u hoteles de cinco estrellas.

El Ibiza Gran Hotel es uno de los más lujosos y favoritos de la isla para los deportistas cumbre y los famosos, donde se han alojado desde Kim Kardashian (36) o Scarlet Johansson (32) hasta Gerard Piqué con unos amigos. Messi pasó el día en el yate de 8.000 euros el alquiler al día, pero pasó la noche en el hotel Ushuaia, donde se paga 260 euros por la habitación más simple y en torno a los 3.000 por la mejor suite.

En tierra firme

La isla ofrece una amplia oferta de playas y calas que recibe aún más demanda. Es por eso que los rostros conocidos del fútbol prefieren alquilar un yate y adentrarse en la lejanía del mar para disfrutar de mayor intimidad y remojarse sin curiosos. Pero también existen lugares casi exclusivos para estas estrellas, y es que hay incluso una playa que se ha catalogado como 'la playa de los famosos'.

Se trata de la playa de Ses Salines, donde se reúne la cream de la cream, desde deportistas, actores hasta la jet set nacional e internacional. Por esa arena pasearon el año pasado los familiares de Cristiano Ronaldo (33) que eligieron la isla como su destino estival y disfrutaron de los mejores rincones de la isla gracias al astro merengue.

Dieta mediterránea

Precisamente en la misma zona de la 'playa de los famoso' está ubicado el restaurante Malibú, el centro de reunión de multitud de futbolistas y celebridades, donde puedes encontrarte a Piqué y Shakira a un metro de la mesa de Paula Echevarría (39), para disfrutar de la gastronomía del lugar en un ambiente fresco. 

Hay quien prefiere también una cocina más sofisticada y de renombre y acude al Sublimotion, considerado uno de los restaurante más caro del mundo, de la mano del prestigioso cocinero Paco Roncero, donde se ha visto alguna vez a Messi con Antonella Roccuzzo. Aunque muchos de ellos ya están servidos con el servicio de restaurante que pueden disfrutar sin moverse de su yate atracado en el puerto.

Al Lío y a la fiesta

Sin duda donde más se despeja todo aquel que va a Ibiza es en la noche y los futbolistas son expertos en disfrutar de la vida nocturna de la isla. La mítica discoteca Pachá acoge algunas de las mayores fiestas del periodo estival y lleva a algunos de los mejores DJs internacionales para dar ritmo a la madrugada. El dueño de este archiconocido local es el mismo que hace seis años inauguró Lío. Se trata de un restaurante cabaret que se transforma en mitad de la noche en pista de baile y discoteca ecléctica. Está al alcance de muy pocos bolsillos por su elevado precio, por eso solo astros como Messi lo frecuentan o multimillonarios rusos que incluso se permiten dejar propinas de 80.000 euros.