Gema Gámez (47 años) y Alicia González (46), las segundas esposas de Miguel Blesa y Rodrigo Rato, han llevado vidas paralelas. Encontraron el amor adulto, casi a la misma vez, en dos hombres que lejos de aportarles la estabilidad y tranquilidad que se presuponía por su estatus, les propinaron muchos quebraderos de cabeza. El banquero y el expolítico popular fueron condenados por la Audiencia Nacional a seis y cuatro años de prisión respectivamente por un delito continuado de apropiación indebida en el caso de las tarjetas black. Hechos que ocurrieron al mismo tiempo que sus relaciones empezaban a consolidarse. Fieles y discretas, Gemma y Alicia tienen mucho más en común de lo que piensan:
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Su juventud
Tanto Gema Gámez como Alicia González comparten numerología. A ambas mujeres no sólo les diferencia un año en su edad de nacimiento (la mujer de Blesa nació en 1971, mientras la de rato en 1972), sino que también encuentran similitud numéricas en los hombres de los que se enamoraron. Miguel Blesa tenía 69 años, por lo que se llevaba con su esposa 23 años, mientras que al expolítico del PP le separan 22 años de su mujer. Él tiene actualmente 68. Otra coincidencia es que son las segundas esposas de sus maridos.
El trabajó les unió
Conocieron a sus parejas en el entorno laboral. Gema trabajó en la oficina de la madrileña plaza de Celenque de Caja Madrid y ocupó un puesto directivo en la división de Mercados de la entidad, donde se enamoró del banquero. Mantuvieron su relación en secreto durante un tiempo. Por su parte, los caminos de Alicia y Rodrigo se cruzaron cuando cuando ella ocupaba un puesto como periodista en el departamento de prensa del Ministerio de Economía.
Procesos de divorcio
Las primeras mujeres de Blesa y Rato no favorecieron un proceso de divorcio amistoso. Blesa compartió décadas de matrimonio junto a María José Portela, madre de su única hija María Jesús. La traición que supuso que el de Linares se enamorara de su asistente provocó una tensa separación en el año 2000 que se complicó porque estaban casados en régimen de bienes gananciales.
Rato finalizó su matrimonio con Gela Alarcó , quien le echó de casa al conocer que su esposo salía con Alicia. El expresidente de Caja Madrid se mudó a la casa de su nueva pareja, que por entonces vivía en un piso de 80 metros cuadrados en la calle Menorca, cerca del Retiro.
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Bodas discretas
En 2013 Gema y Blesa se dieron el 'sí quiero'. No fue en junio como ellos habían planeado en un principio porque el juez Elpidio José Silva pidió su ingreso en prisión por irregularidades en la compra del banco City National de Florida. El financiero ingresó en la cárcel de Soto del Real, pero salió tras pagar una fianza de 2,5 millones de euros. La boda se celebró en octubre de eses mismo año en una ceremonia íntima a la que acudieron únicamente los amigos más cercanos, y que estuvo blindada a las cámaras y los medios de comunicación.
Rato y Alicia se casaron dos años después, en septiembre de 2015 en una secreta boda celebrada en una finca familiar del exministro situada en el norte de Madrid.
Perfiles bajos
Ambas mujeres son reacias a aparecer en los medios de comunicación. Gema Gámez se puso al frente de una peletería en el barrio de Salamanca. Su última imagen pública fue en el entierro del padre de Ana Botella, en 2011, acompañando a su marido.
Alicia González también mantiene su vida alejada de los círculos oficiales. Sólo en alguna ocasión se ha atrevido a defender en las redes sociales el derecho a la presunción de inocencia de su marido. En su perfil de Twitter no acostumbra a dar detalles de su vida privada (excepto imágenes de algunos de los postres que realiza ya que es una gran aficionada a la repostería) y utiliza la cuenta para promocionar los eventos a los que acude.