Un año después de haberse quedado a las puertas de ganar la cuarta edición de MasterChef, José Luis (41 años) conseguía este jueves quitarse esa espina y alzarse con el triunfo en Supervivientes 2017 por delante de Alba Carrillo.
Durante los 90 días que ha durado el concurso, el cocinero ha demostrado ser el mejor superviviente y la audiencia se lo ha recompensado otorgándole la victoria y los 200.000 euros del premio final.
Una victoria que vuelve a demostrar que la audiencia del reality prefiere dar la victoria en el concurso a un rostro ‘anónimo’ por encima de otro famoso, como así ha venido sucediendo durante las tres últimas ediciones con Jorge Díaz, Christopher Mateo y Abraham García.
El camino, sin embargo, no ha sido fácil. Y es que, a mitad de concurso, este vizcaíno residente en Albacete estuvo a punto de abandonar el reality después de sufrir un cólico nefrítico en directo durante una de las galas tras una fuerte discusión con Laura Matamoros.
Tras aquello, Jorge Javier Vázquez tuvo que interrumpir la emisión porque desde Honduras le estaban comunicando que el doctor había tenido que entrar en la Palapa. Minutos después, el cocinero nominaba con una vía de suero puesta.
No ha sido su único percance durante el concurso. Hace apenas unos días, el concursante fue atacado por un pulpo y tuvo que ser ayudado por sus compañeros para deshacerse de él. Finalmente el cocinero logró cazar al animal y decidió compartirlo con los demás.
No obstante, lo peor que ha tenido que sufrir durante el concurso ha sido la animadversión de Laura Matamoros y Alba Carrillo, que llegaron a afirmar que les había embestido durante un juego de recompensa.
Semanas antes, además, la hija de Kiko Matamoros llegó a insultar duramente al cocinero. “¡Sinvergüenza!, ¡Cerdo!, perro viejo, ¡Inculto!”, dijo la joven, mientras José Luis le contestaba que “venir a un concurso de supervivencia con la idea nada más que de discutir no va conmigo”.
La derrota de Alba Carrillo
Sin embargo, el cocinero se sirvió la venganza en plato frío después de conseguir batir a ambas en la gran final. Primero a Laura Matamoros, que perdió en el televoto ante Carrillo, y después a la modelo que, a pesar de perder el maletín de 200.000 euros, ha conseguido embolsarse más de 300.000 euros durante su estancia.
Una cantidad que podría haber sido menor ya que la modelo valoró si continuar o no su experiencia en el concurso después de que su madre Lucía Pariente abandonara el concurso tras protagonizar una monumental bronca con Laura Matamoros
Tras esto, Carrillo fue trasladada "a un hotel" para poder valorar durante tres días su continuidad en el concurso, en lo que fue visto como un trato de favor de la cadena a la modelo para no perder a una de sus auténticas estrellas.
No obstante, Jorge Javier Vázquez quiso dejar claro que no tuvo ningún tipo de facilidades: "Sigue sin comer, se están siguiendo las pautas de supervivencia que tienen los demás concursantes".
Finalmente, la ex de Feliciano López decidió quedarse en el reality y sufrió una auténtica transformación consiguiendo despertar la simpatía de los seguidores del concurso gracias a su espontaneidad y sus ganas de superación.