Andrea Janeiro (19 años) ha llamado a su padre, Jesulín de Ubrique (43), preocupada por el estado de salud de su primogénito después de que tuviera que salir en ambulancia de una plaza de toros el pasado sábado por una arritmia, según ha trascendido.
Todo apunta a que Andreíta habría llamado al torero después de leer las informaciones que aparecieron en las páginas de las revistas del miércoles, y así conocer de primera mano lo que le pasó.
El diestro tuvo que salir por la puerta de atrás de la plaza de toros de Lanzahita el pasado sábado, aquejado mareos e intentando recuperarse bebiendo líquidos. No obstante, la salud del torero empeoró y tuvo que acudir a la enfermería, de donde salió minutos después en ambulancia mientras era abucheado por el público.
No han trascendido más datos de la conversación que mantuvieron padre e hija, pero la preocupación de la joven por su progenitor es evidente. La noticia le sorprendió en medio de sus vacaciones y a unas semanas de su traslado a Londres para comenzar su etapa universitaria. Es la segunda llamada entre ellos en menos de un mes, ya que Jesulín contactó con su hija el día de su 18 cumpleaños.
La salud de Campanario es la principal preocupación de Jesulín
Según las últimas informaciones, el estrés ha sido el causante del susto que se ha llevado Jesulín. El torero no está viviendo su mejor momento. Su mujer, María José Campanario (38), lleva un mes ingresada en el centro psiquiátrico El Seranil, en Málaga, donde intenta recuperarse de las consecuencias de la fibromialgia que padece. A lo largo de todo este tiempo, su marido ha tratado de permanecer junto a ella, por lo que acude cada dos días a visitarla, recorriendo los casi 100 kilómetros de distancia que separan la clínica en Málaga de su casa en Cádiz.
Son varias las personas que han mostrado su preocupación por la salud de Campanario. Sin embargo, es Jesulín quien lleva a sus espaldas la mayor parte de la presión. Además, el torero trata de evitar que sus hijos sepan mucho sobre el ingreso de su madre para que no les afecte. La pareja, que lleva 15 años casados, cada día está más unido, por eso, no extraña ver los esfuerzos del diestro para estar cerca de su mujer.
[Más información: Una arritmia, la causa del abandono de Jesulín en su última corrida]
Mientras, Belén Esteban se refugia en su familia política
Mientras Andreíta está pendiente del estado de salud de su padre, y Jesulín de Ubrique está preocupado por el ingreso de Camapanario, a Belén Esteban (43) parece que las cosas cada vez le van mejor, tanto en sus vida profesional como personal. Hace pocos días, la princesa del viento hizo un paréntesis en sus vacaciones para disfrutar de la boda de un familiar de su chico Miguel Marcos (29).
La princesa del pueblo demostró que ya es una más de la familia, y es que acudió en compañía de su chico Miguel Marcos y de sus suegros, mostrándose muy cómoda y tranquila entre los familiares de su pareja.