Saint Tropez, París, Menorca, Algarve, Capri... Los destinos vacacionales de la divina Naty Abascal (74 años) son paradisíacos y no aptos para todos los bolsillos. La socialité lleva más de un mes disfrutando de las veleidades que le ofrecen las travesías en lujosos yates, los almuerzos y meriendas en exclusivos restaurantes y hoteles, las estancias en majestuosos castillos y los paseos en helicópero. Todo ello gracias a un nutrido grupo de amigos -algunos muy famosos- que han querido deleitar a Abascal con unas vacaciones inolvidables que comenzaron oficialmente a principios del mes de julio cuando viajó hasta el Castillo francés de Wideville, residencia de su íntimo amigo, el diseñador Valentino (85) y terminaron, al menos por el momento, en Capri, a bordo de lujoso barco con la it girl Olivia Palermo (31) y su marido, el modelo Johannes Huebl (39).
Entre medias, la que fuera duquesa consorte de Feria hizo una escapada con dos de sus amigas, entre las que se encontraba Mar Flores (48), hasta Saint Tropez. Allí aprovecharon para realizar una ruta en helicóptero sobre las aguas del Mediterráneo en compañía de Ricardo D'Almeida, cofundador de la firma Aquazzurra.
Precisamente Abascal mantiene una estrecha amistad con los responsables de la firma, especialmente con el director creativo, Edgardo Osorio, con el que también se reencontró en la localidad francesa.
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Después de varias fiestas y jornadas de playa, la socialité puso rumbo a París, donde aprovechó para hacer una visita relámpago a unos amigos. Lo hizo en uno de los hoteles más lujosos de la capital, el Crillon, en el que una noche oscila entre los 1.200 (en la habitación más sencilla) y los 25.000 euros.
Después de su periplo por Francia, le tocaba el turno a España. Dicho y hecho. Naty Abascal volvió a hacer su maleta para recalar en Menorca, donde disfrutó de cinco días de veladas inolvidables y nuevas travesías por el Mar Mediterráneo, además de unas vistas espectaculares de la isla balear. Precisamente en este lugar no dejó pasar la oportunidad de acudir a uno de los restaurantes más recomendados y conocidos: el Jágaro, en Mahón, donde no dejó de probar la especialidad que tan de moda se ha puesto y que consiste en langosta frita acompañada de huevo y patatas, en caldereta, al horno cubierta de alioli o a la plancha. Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes del restaurante, este plato se paga según la cantidad que se solicite. Así, un kilo de langosta frita alcanza los 150 euros.
Éste no sería, ni mucho menos, el último destino estival de Naty Abascal, a quien le quedaban aún por delante varias semanas de vacaciones. A principios de agosto recaló en el Algarve portugués, concretamente en la zona entre Faro y Vilamoura. Le acompañaban esta vez las decoradoras Claudia y Catarina Soares Pereira. Visitaron, entre otros lugares, Tavira y el resort Quinta do Lago, ubicado muy cerca del Four Seasons Vilamoura y donde una semana de estancia cuesta la friolera de 2.200 euros por persona.
Tras tomar un pequeño respiro, a Naty Abascal aún le quedaba un lujoso viaje en yate, para lo que necesitaba llegar a Nápoles y subirse al exclusivo barco, en el que le esperaban Olivia Palermo y su marido, Valentino y Giancarlo Giammetti, expareja y socio del diseñador.
El grupo de amigos se embarcó el pasado fin de semana en una travesía que aún recorre lugares como Positano o Ischia. El barco en cuestión es propiedad del modisto, del que Abascal era musa, de ahí que los ilustres invitados no sean la it girl y su marido, ni siquiera la propia socialité. Los pasajeros más especiales eran sin duda la media docena de carlinos y los dos pomerania propiedad de Valentino y Giammetti.
La embarcación TM Blue One, de 47 metros de eslora, está diseñado con líneas clásicas y posee casi tres décadas de antigüedad. Por él han pasado celebrities como Rosario Nadal, Eva Herzigova (44) o Jon Kortajarena (32). A bordo, además de los ilustres invitados, se encuentra una tripulación de 9 empleados para atender las necesidades de los pasajeros, que han podido almorzar en una vajilla con las iniciales del barco grabadas.
Naty Abascal, quien ha disfrutado de los atardeceres a bordo y de rincones con encanto como la Boca de la Serpiente, continuaba este miércoles recorriendo las aguas del Mediterráneo. En unos días, pondrá rumbo a su nuevo destino, ya sea otro lugar paradisíaco o, por fin, su hogar.