"¿Qué tal si nos vemos y así ves lo cachondo que estoy?, le preguntó el humorista Howard Stern (63 años) a una Melania Trump (47) que acaba confesando en antena lo activa que era, por aquel entonces, su vida sexual con Donald. "Estás tan buena… he visto fotos tuyas que no me las puedo ni creer. Eres un sueño", continua el presentador emocionado. Tanto, que hasta se atreve a pedirle una cita, incluso en presencia de Trump. "Me gustaría tener una cita con ambos. Quiero que te pongas tu vestido más sexi, ¿qué vas a llevar?", le pregunta atrevido insinuando un encuentro a tres. Algo a lo que Melania le responde sin dudar: "No te lo voy a decir, ya lo descubrirás".
Por aquel entonces Donald Trump (71) apenas figuraba entre los posibles y futuros candidatos a la presidencia. El magnate estadounidense se encontraba focalizado totalmente en sus negocios y la relación con su mujer, Melania Trump, era comentada, aunque no precisamente por sus distanciamientos, como lo es ahora.
• El audio de la entrevista
Y todo ocurre en una entrevista radiofónica de 1999. Se muestra a una desinhibida Melania charlando de sexo en presencia de su marido y con un humorista que, lejos de respetar la intimidad de la pareja, indaga acerca de sus aventuras en la cama. "¿Qué llevas puesto ahora mismo?, le pregunta Stern. "Oh, no mucho, estoy casi desnuda", le espeta Melania siguiéndole el juego y emocionando todavía más al presentador. "Ya me he quitado los pantalones", le dice este.
Una conversación subida de tono en el que se le llega a felicitar a la primera dama por "sus nuevos pechos" y en la que incluso el actual presidente de los Estados Unidos confirma que, efectivamente Melania "sí está desnuda" mientras habla en antena. Lejos de bajar el tono de la entrevista, el presentador aprovecha para preguntar por la vida sexual de ambos. "Sí, pasamos muy buenos ratos", le dice Melania admitiendo también que "practican sexo todas las noches". "Ahora, incluso más", le confirma la primera dama al jocoso entrevistador.
Una activa vida sexual que podría haberse terminado ahí, en 1999. Y es que ahora ni siquiera comparten cama, tal y como reveló el US Weekly , citando una fuente cercana al matrimonio presidencial. Según explicaba el citado medio, la primera dama prefiere dormir en cuartos separados y que cuando lo tienen que hacer en la misma habitación, que recurren a camas separadas.
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Mucho ha cambiado la pareja desde aquella deshinibida entrevista. Todo parece indicar que han dejado atrás esa activa vida sexual de la que alardeaban. Una drástica decisión que habría sido tomada por la top eslovena, según fuentes consultadas por la publicación. Unas informaciones que se unen a las cada vez mayor distanciamiento que muestran también en público.