Alaska y Mario Vaquerizo libran a Bibiana Fernández de las garras de Hacienda
La actriz puso en venta su chalet para hacer frente a sus deudas con el fisco y sus amigos Alaska y Mario Vaquerizo lo compraron finalmente.
1 septiembre, 2017 11:57Noticias relacionadas
La actriz Bibiana Fernández (63 años) está muy agradecida a sus amigos Alaska y Mario Vaquerizo y ha querido compartirlo en las redes sociales. La pareja le ha ayudado a superar un problema que no la dejaba vivir tranquila. En julio anunció que se mudaba a un piso del barrio de Chamberí (centro de Madrid). La razón de ese cambio se encontraba en sus problemas económicos. La 'chica Almodóvar' había puesto en venta hace casi dos años su chalet de Boadilla del Monte (Madrid) para poder hacer frente a parte de sus deudas con Hacienda y sobre todo evitar el embargo de la vivienda.
Primero la sacó a la venta por 550.000 euros y le hizo una rebaja mínima de 1.000 euros, pero aún así no encontraba a nadie que se interesara lo suficiente por ella. Pasaba el tiempo y necesitaba vender ya el inmueble pues Hacienda apretaba. Y por fin la vendió. Lo que se ha descubierto ahora es que los compradores han sido sus amigos Alaska y Mario Vaquerizo, que con este gesto le han ayudado a respirar más tranquila. Fernández explicaba en su perfil de Instagram que aunque le produce pena salir de la casa donde ha pasado algunos de sus mejores momentos, le alegra saber que podrá volver cuando quiera porque se la han quedado sus amigos.
El chalet de Bibiana Fernández se encuentra en la urbanización Bonanza, una de las más cotizadas de Boadilla del Monte. Está situada en una parcela de casi 2.000 metros cuadrados, aunque la casa tiene 350 metros cuadrados. Se trata de un adosado con tres dormitorios, uno de ellos suite, decorado con mucho estilo y con todo tipo de detalles. También cuenta con piscina y Barbacoa. A pesar de sacarla a la venta a un precio inferior al de las viviendas de la zona, le estaba costando mucho colocarla. Por fin ha conseguido librarla del embargo gracias a que se la han comprado sus amigos, aunque la venta no le permite cubrir toda su deuda con Hacienda.
Al menos ahora Fernández respira más tranquila y ya se encuentra asentada en el barrio de Chamberí. Está contenta con su nueva vida, sus vecinos y de volver al centro de la capital, donde viven muchos de sus compañeros de carrera. Este verano ha compartido varias fotografías con su amigo, el escritor Maxim Huerta, "haciendo barrio", como ella misma escribió. También ha salido a "picar" por la zona con la actriz Marisa Paredes.