La ruina de las chicas Almodóvar
Bibiana Fernández tiene que vender su casa por una deuda con Hacienda. Loles León y Rossy de Palma sufren estrecheces...
13 febrero, 2016 02:43Noticias relacionadas
"Sé que tengo que deshacerme de mi casa para arreglar las cuentas, pero el único problema es conseguirlo. Cuando lo haga, me iré a vivir de alquiler y como no tengo hijos a los que dejar nada, no me agobio", ha confesado Bibiana Fernández a toda página en la revista Corazón Tve ante su nueva situación económica.
La presentadora se ve obligada a desprenderse de su chalet en Boadilla del Monte para saldar la deuda contraída durante años con Hacienda. La propiedad consta de 250 metros divididos en dos plantas y por la que pide 550.000 euros.
Este no ha sido el primer encontronazo de Bibiana con Hacienda. Se vio obligada a entrar a Supervivientes 2014 para tapar agujeros con la Agencia Tributaria que logró calmar con uno de los salarios más altos de aquella edición, a 24.000 euros la semana de permanencia en el concurso.
La casa que quiere vender, cercana al Hospital Universitario Puerta de Hierro, fue decorada con mimo durante años por la actriz. Finalmente tendrá que dejarla por un piso alquilado en el centro de Madrid.
El fisco ha entrado en la vida de la presentadora que trabaja como colaboradora en el programa de Ana Rosa Quintana de lunes a viernes y donde cobra 400 euros diarios. Ahora mismo compagina este trabajo con el papel protagonista en El amor está en el aire (Teatro Infanta Isabel). Espectáculo que comparte con su amigo Manuel Bandera y que consigue un lleno absoluto en cada función.
"Soy una compradora compulsiva. Tendría que dejar las tarjetas de crédito en la puerta de las tiendas, como los ludópatas en los casinos", confesaba en el reportaje Viva la diva a la revista AD sobre su afición al shopping.
La actriz ha plasmado su personalidad en su casa de Madrid: "Es ecléctica, como yo. Si pudiera viviría en una tienda de muebles porque compro todo lo que me gusta, aunque a veces no combine bien. Pero tiene que ver conmigo, que a fin de cuentas soy la que vive aquí. Y yo soy así, excesiva", explicaba Bibiana mientras enseñaba su casa. Por su gusto por el mobiliario se vio obligada a comprar dos espaciosos guardamuebles para guardar los caprichos que iba atesorando.
Andersen ha llegado a vivir "en pensiones, apartamentos con papeles de la década de los setenta y un ático en Serrano con tres terrazas" hasta que dio con su casa soñada en Boadilla. "Llegué tarde a este ático, estaba subiendo y bajando escaleras todo el día. Para vivir allí debía ser futbolista y tener 30 años".
Su actual casa ha sido decorada con la ayuda de Gatti, el diseñador de gran parte de las portadas de las película de Almodóvar, que forma parte del círculo de amistades de Bibiana.
"Le diseñé algunos muebles y le ayudé a encontrar piezas –explica Gatti–, y lo más importante, le obligué a devolver objetos que compraba por impulso y que no venían a cuento".
La artista de origen marroquí declaró sobre la deuda contraída: "Quiero solucionar el problema, pero una vez que esté zanjado, no me importará donde tenga vivir. Me da pudor hablar de estos problemas en público, porque tengo una vida privilegiada y pienso en los que no tienen ni para comer", explica.
RETIRADA DEL SEXO
Bibiana no está pasando por su mejor momento tampoco en su vida amorosa: "Me he retirado del sexo, ya no lo practico". Sin embargo no pierde la esperanza de conocer a alguien: "Si me enamorara, mi vida daría un vuelco".
Donde todavía tiene esperanzas sobre su futuro es en materia profesional, aunque solo pide una cosa: "Ojalá Dios me dé la claridad para retirarme con dignidad".
Bibiana se toma con filosofía y ánimo su nueva coyuntura económica: "Es algo que he hecho desde niña cuando me fui de casa, porque necesitaba dibujar mi vida desde la distancia. Tenía una inquietud que requería salir. A los 17 también me exilié para ganarme la vida por mi cuenta y riesgo. Siempre he empezado de cero y no me ha ido mal. Por eso no me da miedo. Lo malo sería si no tuviera ganas. La vida es como un viaje, mírame: yo no paro".
Parece que ser amigo de Pedro Almodóvar, actuar para él y tener deudas va todo en uno. Rossy de Palma participó en Mira quién baila para recaudar algo de dinero y Loles León tuvo que publicar un anuncio en Facebook para atraer la atención de los directores y que la contrataran. Bibiana Fernández no se rinde y en unos días será la protagonista del desfile de lencería de Andrés Sardá en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.