Fue una de las bodas de 2016. La unión de Rocío Carrasco (40 años) y Fidel Albiac (44), el 7 de septiembre del año pasado en la finca toledana de Valdepalacios, puso el broche final a una relación que duraba ya 16 años. Eso sí, lo hizo mediante una jugosa exclusiva costeada íntegramente por la revista Hola. Este jueves, la pareja celebrará su primer aniversario de casada con un sentimiento muy distinto al que les embargó entonces, pues los últimos acontecimientos dificultan que exista una celebración plena al enturbiar ligeramente la paz y la felicidad que ambos mostraron hace 365 días en la portada de Hola.
En aquel momento, la publicación se encargó personalmente de organizar una ceremonia que se blindó mediáticamente al resto de medios de comunicación, que únicamente pudo captar la llegada de los invitados al lugar del enlace.
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Como suele ocurrir cuando se casan otros famosos, el pack que se pactó con la pareja y que podría cifrarse en 150.000 euros, consistió en una entrevista a fondo con Carrasco, los días previos al enlace y el reportaje de la boda en sí. De la luna de miel, ni rastro. Y es que 365 días después, los ya marido y mujer continúan sin poder disfrutar de su primer viaje de casados, algo que queda aún pendiente pero que por diversas circunstancias no han podido realizar todavía. Sólo unas semanas después del gran día los acontecimientos comenzaron a precipitarse.
A finales de año, el hijo pequeño de Carrasco, David Flores (18) cumplía la mayoría de edad. Era entonces cuando la hija de la más grande decidía denunciar a su exmarido, Antonio David Flores (40) por hablar en una revista del corazón sobre los problemas de salud de su hijo menor. Según la querella, el ex guadia civil habría utilizado a su hijo y se habría "aprovechado de una persona que no está en sus plenas facultades para obtener un beneficio económico".
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Carrasco siempre mantuvo que en el litigio con su ex únicamente se pronunciaría en los juzgados. Así lo hizo y poco después se querelló de nuevo, esta vez por una serie de hechos sucedidos en el ámbito familiar cuando Rocío y Antonio David estaban casados, de ahí que el juez considerase que debía tramitarse en el juzgado de Violencia contra la Mujer. En total, más de 120 folios que formaban parte de un juicio en el que parecía que el ex guardia civil tenía pocas opciones de salir airoso, teniendo en cuenta la gran cantidad de pruebas que había aportado Carrasco y los delitos de los que se acusaba a Antonio David.
Casi al mismo tiempo, Gloria Camila (20) atacaba duramente a su hermana durante su estancia en el reality Supervivientes. La tensa relación entre ambas se sumaba en aquel momento al hecho de que los dos hijos de Carrasco tampoco estaban de su lado, sino del de Antonio David Flores. De hecho, la unión entre Gloria Camila y Rocío Flores (20) es tan fuerte que se han convertido en íntimas amigas, además de ser tía y sobrina.
El resto del clan Mohedano también ha tomado posiciones y no ha sido precisamente al lado de Rocío Carrasco, lo que la ha dejado en una situación delicada teniendo en cuenta que los apoyos con los que cuenta no son de índole familiar.
Tampoco le debió de hacer gracia ver a su hija debutar en televisión. Rocío Flores acudió al plató de Supervivientes para recibir a Gloria Camila tras su periplo por Honduras y, aunque se mostró muy tímida y apenas hizo declaraciones, Telecinco supo aprovechar muy bien la oportunidad de mostrar a la nieta de Rocío Jurado como un importante reclamo mediático. No en vano, a raíz de la aparición de Rocío Flores en la pequeña pantalla, dos revistas comenzaron a pugnar por ofrecer la primera entrevista de la hija de Carrasco, por la que estarían dispuestas a pagar la nada desdeñable cifra de 100.000 euros.
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Hace dos meses, Rocío Carrasco se enfrentaba, al fin, a su exmarido en los juzgados para declarar por un supuesto quebrantamiento de custodia. La hija de la cantante demandó hace tiempo a Antonio David por no haberle devuelto a su hijo el verano anterior, cuando el menor aún no había cumplido los 18 años, y alegó que por esta razón no pudo disfrutar de su vástago el día de su boda con Fidel Albiac, el 7 de septiembre de 2016. Contra todo pronóstico, el ex guardia civil se presentó en los tribunales con su hijo David en la que constituía la primera ocasión en la que madre e hijo podían verse frente a frente después de un año sin poder hacerlo.
La situación dejó a la propia Rocío Carrasco muy tocada. Se dejó ver con el semblante serio y los ojos llorosos a la salida de los juzgados de Alcobendas. No en vano tuvo que someterse a un examen psicológico para comprobar si tenía secuelas como consecuencia de las manifestaciones públicas efectuadas por su expareja.
Lo que sí hizo la hija de la más grande fue retirar la demanda en la que pedía recuperar la custodia de su hijo David. Aconsejada por sus abogados, consideró que era mejor que el joven, que ya es mayor de edad, pudiera decidir por sí mismo con quién quería vivir. Por el momento, David ha decidido permanecer al lado de su padre, al igual que su hermana Rocío, algo que la propia Carrasco ha tenido que asumir.
Con todo, este primer año de casada no ha sido nada fácil para la presentadora, que ha vivido 365 días plagados de contratiempos y desencuentros familiares y judiciales que han venido a empañar su primer aniversario de boda junto a Fidel, su principal apoyo en las épocas turbulentas y con quien espera poder disfrutar de una luna de miel y de una celebración como a ambos les gustaría.