Con una fiesta gitana y rodeado de grandes amigos y familiares, Antonio Carmona (52 ños) abría este martes las puertas de su casa en Cádiz para recibir a Bertín Osborne (61) en Mi casa es la tuya. Una fiesta en la que no faltó la música, el flamenco y el baile, pero también las lágrimas del presentador.
Y es que el jerezano no pudo contener el llanto después de que Niña Pastori interpretara a capela uno de sus mayores éxitos, Cai, y recordara sus raíces gaditanas.
Pero, más allá de este emotivo momento, el programa sirvió para que Bertín y los espectadores conocieran a fondo la infancia de Antonio Carmona en la que nunca sintió racismo a pesar de ser el único gitano de su barrio.
Una infancia en la que ya empezó a hacer su propia música fusionando el flamenco con la música latinoamericana que traía su padre a casa. Sin embargo, en aquellos momentos no cantaba, sino que empezó como percusionista. Así es como llegó a Ketama, donde no se convirtió en su vocalista hasta la muerte de Ray Heredia.
Allí alcanzó la fama gracias a discos como De akí a Ketama, su mayor éxito con el que vendieron un millón de copias y consiguieron dos premios Ondas. Sin embargo, las diferencias entre los miembros del grupo llevó a su separación. “Teníamos diferencia en lo musical. Mi hermano era más ortodoxo, Josemi más flamenco…”, confesó.
Después de aquello, Carmona emprendió su carrera en solitario. Un camino que no fue nada fácil, a pesar de que su debut como solista ‘Vengo venenoso’ fue un éxito. “Después de dejar un grupo como Ketama, volar solo fue muy duro”, comentaba.
En cuanto a una posible vuelta de aquel grupo, Carmon se mostró muy sincero. “Me he vuelto muy mío. Me gustaría, pero pienso que en este momento ninguno de los tres queremos. Todo tiene su momento. Tenemos nuestros recuerdos…”.
El rechazo de su madre a su mujer
Lo más llamativo de la entrevista fue cuando su madre reconoció que se había negado a que su hijo se casara con Mariola Orellana por ser paya. No obstante, la matriarca terminó admitiendo a la representante de artistas en la familia. “Cuando me dijo que se quería casarse con una paya, no sabes lo que me entró”, confesó.
“Me costó mucho trabajo aceptarla. Yo siempre decía que se tenía que sacar con una gitana para sacarle el pañuelo”, añadía. “¡Pero si le sacaron el pañuelo”, contó Antonio recordando una anécdota sobre su boda.
El cantante contó que estuvo a punto de llegar tarde a su boda ya que se fue de despedida de soltero con los hijos de Piedi Aguirre, la hermana de Esperanza Aguirre. “Y Piedi corriendo por la carretera sacando el pañuelo por la ventanilla”, recordó.
Unas tradiciones gitanas con las que no se mostró de acuerdo. “Mi familia todavía se sigue sacando el pañuelo. Yo soy gitano, pero creo que en ese aspecto hay que evolucionar”, comentó.