Probablemente Belén Esteban (43 años) esté viviendo una de las peores semanas desde que asumió, hace años, el trono como 'princesa del pueblo'. Ni la audiencia ni algunos compañeros de profesión aprueban que la colaboradora se sentara este sábado en su programa para desvelar la conversación que mantuvo con su archienemiga María José Campanario (38) cuando esta estaba aún ingresada en el psiquiátrico El Seranil, en Málaga, con las capacidades mentales mermadas.
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La entrevista en Sábado Deluxe ha supuesto para ella un antes y un después como personaje público y ya no goza del indulto del público, que hasta ahora siempre la había defendido dijera lo que dijera o hiciera lo que hiciera. Tanto es así que muchos se atreven ya a hablar del fin de Belén Esteban y su caída a los infiernos.
La audiencia es soberana
Por primera vez en su carrera televisiva el público se ha puesto en su contra. La principal razón para ello es el estado de salud de María José Campanario que no pasa por su momento más brillante. Lo que no le perdona la audiencia a Belén es su falta de ética y de moral al desvelar la llamada que su interlocutora hizo estando enferma e ingresada en una clínica de salud mental. "Repugnante", "mezquina", "despreciable" o "impresentable" son algunos de los calificativos que le han dedicado a la de Paracuellos en las redes sociales.
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Hay límites que no se deben pasar y ella los ha sobrepasado, según opinan muchos de los seguidores que hasta ahora se mantenían fieles. Además el hecho de que la mujer de Jesulín (43) le pidiera que mantuviera el secreto de su llamada y no se lo dijera a su familia es otro de los reproches del público. Belén no sólo se puso en contacto con el torero, días más tarde, para alertarle sobre lo que había sucedido, sino que también contó los detalles en televisión, ante millones de espectadores.
No solo personas anónimas han desaprobado la intervención de Belén. También algunos rostros como Ana Rosa Quintana (61), quien cree que la colaboradora "se equivocó" o Kiko Matamoros (60), que ya le advirtió en pleno directo que lo que estaba haciendo no era correcto.
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Por otro lado, la actitud que está manteniendo la Esteban ante el aluvión de críticas es otra de las razones que ha hecho que a día de hoy le sigan lloviendo los ataques. Ella no considera que haya hecho nada malo y asegura que ha callado cosas por respeto. "He venido cuando ella ya tenía el alta y no he puesto ningún tipo de grabación. Creo que fui muy respetuosa al contarlo de la manera que lo conté. No me parece tan grave. No sé si es el momento, pero podía haber vendido esta conversación el 9 de agosto y no lo hice. Aún así respeto lo que piense la gente. Nadie me tiene que dar clases de moralidad. Todo el mundo lleva un mes hablando de este tema", ha dicho.
María José Campanario deja de ser la 'mala'
Durante los años de lucha entre Belén Esteban, Jesulín y María José, esta última siempre se ha dibujado como la 'mala de la película'. Después del sábado todo ha cambiado y la fragilidad de la mujer del diestro tras su ingreso médico ha hecho que el público se posicione a su lado.
El torero, que prefirió cenar con sus hermanos en un restaurante durante la emisión de la entrevista, "tiene el asunto en manos de sus abogados y en estos días podría interponer una demanda contra Belén Esteban". La propia María José ha explicado a través de un mensaje de whatsapp que todo lo que tenga que decir lo va a hacer en un juzgado.
La decisión que ha tomado el matrimonio de llevar a Belén frente a los tribunales ha tenido bien acogida por el público, que cree que es hora de que alguien le pare los pies.
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