Cuando hace 10 años comenzaron las detenciones de la 'operación Malaya', el entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz (68 años), se encontraba en Buenos Aires y, según ha asegurado en Espejo Público, podría haberse fugado perfectamente.
Hace estas declaraciones después de que uno de los protagonistas de la trama haya sido identificado en Argentina. A diferencia de él, Julián Muñoz asegura que se vino "a España, mi país. Y he afrontado los delitos que he cometido y algunos que no he cometido".
Con todo ello, y a pesar de lo ocho años que ha pasado en prisión (entre las diferentes causas judiciales del 'caso Malaya'), defiende que no se arrepiente de no haberse fugado ya que después de haber cumplido esa condena ahora está con sus hijos y con sus nietos.
Asismimo, cuando se le preguntó por Isabel Pantoja (61), quien fue su pareja desde 2003 hasta el momento de las detenciones, aseguró que ya le daba igual porque, actualmente, no forma parte de su vida.
La vidorra de un "enfermo terminal"
Julián Muñoz salió de la cárcel por tener una enfermedad "grave e incurable" que conllevaba "un pronóstico de vida corto". Sin embargo, como descubrió JALEOS a principios de verano, la vida del exalcalde de Marbella distaba poco de la de un enfermo terminal.
Así, es habitual ver a Julián Muñoz disfrutando de un espeto en el paseo Marítimo de San Pedro o en el Víctor Beach de la Milla de Oro de Marbella, entre otros locales.
Todas estas escapadas han hecho que su aspecto de preso terminal, tosiendo cual moribundo en los juzgados, haya pasado a un saludable moreno artificial y una mejor musculatura. Todo ello conseguido en los mejores locales de la ciudad, como el establecimiento Sunlounge Solárium, de la esposa del que fuera jefe de la Policía durante la era Gil, Rafael del Pozo, donde acude a recibir rayos UVA "sin pagar un duro", según revelaron a este medio.
También se le puede ver en el Club de Pádel de la zona de Locrimar, donde acude a hacer ejercicio (mancuernas y algo de cinta mecánica) acompañado de su hija Eloisa, su cuidadora.
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