Ana Torroja (57 años) es la nueva invitada en el programa de Bertín Osborne, Mi casa es la tuya, de este lunes. La artista, que actualmente reside en México, ha recibido al presentador en una casa en la Gran Vía de Madrid con unas imponentes vistas a una de las calles más importantes de la capital.
Sin embargo, y a pesar de la fama que adquirió, todavía quedan muchos detalles de su vida que muy pocos conocen.
Accidente mortal
La cantante, junto a la modelo Esther Arroyo (49), protagonizaron en 2008 un terrible accidente en Barbate (Cádiz). El incidente fue de tal magnitud que uno de sus amigos falleció, la maniquí quedó incapacitada y Ana se rompió dos vértebras y una clavícula.
En las entrevistas posteriores que ha ofrecido, la artista asegura que después de este accidente ha "vuelto a nacer". Además, durante muchos años tuvo que ir al terapeuta y, entre otras secuelas, ha tenido "estrés postraumático".
Condenada por Hacienda
El 9 de abril de 2014 Ana Torroja fue condenada al pago de una multa por cometer delitos fiscales entre 2003 y 2007 en lo que se refiere al pago del IRPF.
Más exactamente, aceptó su culpa y una condena de un año y tres meses de prisión, que fueron sustituidos por una multa de 9.000 euros y por el pago de otros 477.600 euros.
Hija de un marqués
Ana Torroja nació en 1959, en el seno de una familia nobiliaria (su padre era el marqués de Torroja). En aquel momento, se esperaba que las mujeres de clase alta fueran “mujeres de bien": que se dedicaran al hogar, que tuviera una vida discreta… Para ello, Ana se crió en los mejores centros educativos de la capital: en un liceo bilingüe de El Viso (Madrid) y en el colegio religioso de Teresiana. Además, llegó a ingresar en la Facultad de Ciencias Económicas.
Sin embargo, dos años después abandonó los estudios para dedicarse definitivamente a la música, para formar un grupo de fama internacional. Llegó a ser un referente de la movida con sus conjuntos atrevidos y su maquillaje estridente (muy alejado de las "mujeres de bien" para esa época).
En Mecano, por casualidad
Ana y José María Cano se conocieron en una fiesta en la que ella se coló en la calle Oruense (Madrid). Una casualidad que cambiaría sus vidas para siempre. Al poco, los hermanos Cano deciden formar un grupo donde una joven Torroja hacía los coros.
Sin embargo, al poco tiempo, el productor Miguel Ángel Arenas (alias Capi) les escuchó cantar y les ofreció su primera oportunidad musical con una condición: Ana debería ser la que estuviera al frente y cantara. Una decisión que la encumbraría a lo más alto del panorama musical español.
Vista como homosexual
En esa época el tema de la homosexualidad no estaba normalizado, y cuando una mujer lucía un look diferente, o alguien hablaba en favor de esta orientación sexual, rápidamente se etiquetaba a la persona como homosexual.
En este caso, la apariencia física de Ana, su vestimenta andrógina y su cuerpo musculado (en aquel momento el culturismo y el gimnasio eran algo muy novedoso) contribuyeron a que fuera etiquetada de lesbiana. A eso hay que sumar que cantaba en yo masculino, ya que quienes componían las canciones eran los hermanos Cano.
Dada por muerta
En 1982, la agencia EFE publicaba un teletipo donde anunciaba la muerte de Ana Torroja (22 años en ese momento). Aunque se atribuía la noticia a fuentes “discográficas de toda solvencia”. Al poco tiempo, diversos medios difundieron este hecho, incluyendo el telediario de TVE anunció su fallecimiento.
No obstante, a los veinte minutos la agencia anulaba la noticia e informaba de que “los rumores y la falsa información parecen responder a una operación publicitaria” y prometía unas declaraciones de Ana torroja que, más tarde comentaba: “Esto es una mierda. Me dan ganas de dejarlo todo. No me gusta. Ya ves las coas que pasan en este mundo”.
Coqueteo con las drogas
Con la movida no solo llegaron a España el rock y las minifaldas, también las nuevas drogas que inundaron las calles y las venas de los jóvenes. En este sentido, pocos músicos de esta época se resistieron a probarlas, y Mecano no es una excepción.
"Nosotros vivimos ese momento y probamos, no demasiadas cosas, ni mucho rato, porque a mí no me gusta depender de nada. Te dabas cuenta de que las drogas son peligrosas y pueden más que tú", afirmó en una entrevista con Pepa bueno.
"En nuestro caso no nos habíamos metido tan a fondo como para no poder hacer un corte en un momento dado. Luego hicimos campaña contra las drogas" añadió en referencia a la canción Barco a Venus.
Desconocía el fin de Mecano
Diez años después de haber formado uno de los grupos musicales más importantes de España, las diferencias y "rencillas" entre los integrantes llevó a su disolución. Sin embargo, tal y como comenta Ana Torroja, ella se enteró del fin de Mecano al igual que cientos de seguidores: cuando José María cano lo hizo público a través de los medios.
Afirma que, además de la sorpresa por esta noticia, se sintió triste después de ver disolverse un grupo con un éxito indiscutible (vendieron 25 millones de discos en todo el mundo y actuaron en países como Alemania, Francia o Japón).
Sin derechos de autor
Es conocido que en ese grupo Ana Torroja era la voz mientras que los compositores eran los hermanos Cano. Por eso, a pesar de que la emblemática voz de la artista sea lo que se recuerde, estos hermanos son los que se ven beneficiados con los derechos de autor.
Ella misma cuenta que ellos son los que están encantados con que siga cantando estas canciones ya que "eso repercute en sus cuentas". No obstante, también defiende que no tendría que pedir permiso ya que "si alguien tiene derecho a cantar esas canciones, soy yo".
Madre de una niña
Tiene una hija llamada Jara Luque Torroja, de 11 años de edad. La cantante trata de mantener a la niña, fruto del matrimonio con Rafael Duque (ingeniero en sonido), alejada de los focos mediáticos.
Tuvo a su hija a los 45 años mediante cesárea en la clínica Ruber internacional de Madrid, dos años después de haberse casado con una goleta en aguas del Mediterráneo balear.