"Antonio va a salir de ésta, por supuesto, con la ayuda de Dios. Quien tenga fe que ore y rece porque va a salir de ésta, seguro". Lejos de transmitir la tranquilidad que pretendía, las palabras de Mariola Orellana, la mujer de Antonio Carmona (52 años), han creado más incertidumbre y dudas, si cabe, acerca del verdadero estado de salud del cantante, sobre todo después de que su actitud y sus gestos denotaran cierto nerviosismo. Por si fuera poco, su hija Marina, que se encontraba en París, ha cogido un avión para ver a su padre y apoyar a su familia.
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La representante de artistas comparecía por segunda vez ante la prensa en menos de 24 horas para tratar de calmar a los seguidores de Carmona y a todas aquellas voces que especulaban con su situación. El que fuera líder de Ketama se encuentra desde el jueves sedado e intubado -no en coma- a causa de una infección en las vías respiratorias que se puso de manifiesto tras realizarle unos implantes dentales días antes.
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Antonio Carmona lleva dos días ingresado en el hospital madrileño San Francisco de Asis y por el centro no han parado de desfilar rostros conocidos para apoyar a la familia del cantante y interesarse por su estado. Entre ellos, Eugenia Martínez de Irujo (48), Pastora Vega (57), el actor Fernando Tejero (50), Emiliano Suárez (40). El aluvión de visitas y la conmoción que esto causaba en las redes sociales tampoco han ayudado a acallar los rumores sobre la gravedad de Carmona. Todo lo contrario. El hecho de que el centro hospitalario se llenara en pocas horas de rostros conocidos no hacía sino acrecentar la especulación acerca de que la situación del artista distaba de ser tan como se empeñaba en afirmar su esposa, afanada en todo momento en dar una imagen de calma y esperanza.
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Precisamente Orellana sí reconocía la preocupación que había embargado a la familia durante varios días. Sobre todo después de que, el pasado lunes, Carmona se notara un bulto en la garganta que le asustó mucho. Tras acudir al médico, fue sometido a una intervención. Esa misma noche comenzó a notar cómo se le hinchaban la lengua y la garganta, lo que volvió a alarmar a su familia. Fue entonces cuando los médicos decidieron intubar y sedar al cantante.
Este viernes, una de las doctoras trataba, de nuevo, de transmitir tranquilidad. "Antonio tiene una infección en el cuello muy importante y está respondiendo bien al tratamiento. Está operado y con una buena cobertura antibiótica. Se está ayudando con un respirador y está bien y cómodo con la sedación".
Sin embargo, una vez más volvía a aparecer la sombra de la gravedad, sobre todo cuando la médico mantenía la prudencia y no se arriesgaba a asegurar si el cantante se encontraba fuera de peligro. "Decir eso sería poco responsable por mi parte, él está evolucionando bien".
La familia, mientras tanto, se ha encomendado a los rezos y a Dios, tal y como Mariola Orellana se ha encargado de aclarar. La representante, que agradecía todas las muestras de apoyo a su familia, prácticamente no se ha separado de su lado desde el inicio de la sedación de Carmona. "Confiamos en que no va a pasarle nada" insistía.
Por lo pronto, el exlíder del grupo Ketama permanecerá ingresado y en observación unos días más. Este sábado se le realizará un TAC para determinar con exactitud cuál es el alcance de su lesión.