Antonio Orozco se reencuentra con su público después de la muerte de su expareja
El artista, que ha estado dos semanas desaparecido junto a su hijo, ha retomado su agencia de conciertos.
10 noviembre, 2017 10:46Noticias relacionadas
El cantante Antonio Orozco (44 años) ha regresado a los escenarios dos semanas después del fallecimiento de Susana Prat, la madre de su hijo, Jan (9). Fue en el Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas (Madrid) donde se dio cita el artista, quien mostró su lado más tierno y humano. Fueron varias las ocasiones en las que levantó la cabeza, quizá en recuerdo de la mujer que le dio un hijo y con la que, pese a estar separado seguía manteniendo una relación muy cercana por el bien del menor.
El coach de La Voz interpretó temas de su repertorio y lo hizo en su concierto más emotivo, en el que muchas personas quisieron estar arropándole. Es un hombre con
una gran sensibilidad y esto lo transmite en cada una de sus canciones.
Susana Prat moría, a los 41 años de edad, el pasado 26 de octubre y lo hacía tras una gran lucha contra una larga enfermedad. Esta pérdida se unía a otra que el artista tuvo hace un año, la de su productor musical y mejor amigo Xavi Pérez, algo que le costó superar. Ahora la tragedia ha vuelto a llamar a su puerta y Orozco ha encontrado en la música su mejor terapia para superar el dolor.
Con este concierto, el catalán vuelve a retomar su actividad profesional después de haber estado ausente y alejado de los medios de comunicación unas semanas. Desde que ocurriera el trágico desenlace, el cantante se aisló con su hijo y no tuvo ni siquiera fuerzas para responder en las redes sociales todos los mensajes de ánimo que le mandaron sus admiradores.
[Más información: Antonio Orozco, aislado del mundo junto a su hijo tras la muerte de su expareja]
A día de hoy sigue sin recuperar la actividad en Instagram y no se ha manifestado sobre el dolor que aún siente. El próximo encuentro del artista con su público será el sábado 18 de noviembre en el Casino de Torrelodones de Madrid. Será un concierto benéfico en el que una parte del dinero recaudado por la entrada será destinado a la lucha contra el cáncer.