Para cada entrevista, todo programa de televisión hace una labor previa de documentación para buscar aquellos detalles o anécdotas que el entrevistado aún no ha contado. Y así, este martes Pablo Motos sacaba a relucir en El Hormiguero una historia de Pablo Alborán que le hacía ruborizarse.
"¿Es cierto que una vez no pudiste evitar tirarte un pedo en un concierto?", le preguntaba el presentador. "No fui yo. Yo sabía que me iba a perseguir el resto de mi vida", decía ruborizado. "En medio de un concierto se camufla más y se le puede echar la culpa al de al lado. Fue tan así, que no sé realmente si fui yo. Puede que sí. ¿Podemos cambiar de tema?", añadía.
"Si quieres hablamos del día que saliste con la bragueta abierta...", continuaba Motos. "Cierto. Llevaba unos pantalones rojos y salí con la bragueta abierta. Y de repente veo a mi manager que me hace gestos. Y yo seguía hasta que por el pinganillo me dijeron que me subiera la bragueta", contaba el cantante.
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Pero, más allá de estas anécdotas, Alborán contó que elige a sus sobrinos para testar sus canciones. "Elijo a mis sobrinos para testar porque no tienen filtro. Te dicen lo bueno y lo malo. No tienen un baremo, ni tacto. Me han tumbado alguna canción. A mi sobrina, que tiene doce años, solo le puse los temas lentos y me dijo: esto es muy lento. Es una niña alegre y necesita bailar, reír",
Preguntado si alguna vez le ha dedicado canciones a personas que no lo saben, el malagueño contó que "por supuesto. Nunca he estado con una persona tan egocéntrica que pueda pensar que le he podido componer una canción. He tenido la suerte de estar con gente generosa".
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Alborán también explicó que su nuevo disco ha sido toda una catarsis. "Ha sido una forma de recuperar la ilusión, una promesa de seguir haciendo música pase lo que pase. Y ser lo más honesto a la hora de cantar".
Y avisa. "Quién nos mire y quién nos juzgue, que le den. No sólo en terreno amoroso sentimental, sino también en el laboral".