Este lunes, 20 de noviembre, en el tercer aniversario del fallecimiento de la duquesa de Alba, la ciudad de Sevilla quiso homenajear doña Cayetana con una placa a la que fue una de sus ciudadanas más ilustres. Sin embargo, un evento que podría haber servido para mostrar una familia unida en recuerdo de su matriarca ha conseguido todo lo contrario y ha evidenciado la clara división que existe dentro del clan.
Como ya ocurrió en la misa funeral que se celebró en 2015, en este encuentro llamó la atención la ausencia de Jacobo (63 años) y Eugenia Martínez de Irujo (48). Ya se preveía que el primero no acudiría al homenaje pues tampoco contribuyó económicamente al monumento en memoria de su madre.
La otra ausencia que destacó considerablemente fue la de Eugenia Martínez de Irujo. En vez de acudir al acto en honor de la duquesa, la aristócrata quiso recordar a su madre a través de una publicación en su instagram con una imagen donde se ve a una jovencísima Cayetana junto al mensaje: "3 años ya que te fuiste... pero seguimos juntas". Al parecer, la aristócrata no pudo acudir al homenaje ya que se encontraba en Estados Unidos después de haber asistido al premio de los Grammy Latinos en Las Vegas.
La propia Carmen Tello (62), amiga íntima de la duquesa de Alba hasta sus últimos días, habló con JALEOS en exclusiva sobre este tema. A la pregunta de si acudirían todos los vástagos al homenaje, la mujer se mostró muy diplomática en todo momento y aseguró que eso ella no podía "decirlo, la organización de todo la ha llevado el Hermano Mayor de la Hermandad junto con la Junta de Andalucía y Cayetano Martínez de Irujo (54). Él ha sido quien lo ha movido todo".
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Los que sí acudieron al evento fueron sus hijos Cayetano y el duque de Alba que fue acompañado de su hijo Fernando; su viudo Alfonso Diez (67), y sus amigos Carmen Tello junto a su marido Curro Romero (83) y Manuel Colonques (74), entre otros.
Alfonso Diez, más distanciado que nunca
A pesar de los años que han transcurrido desde la muerte de la duquesa de Alba, la relación entre los hijos de la aristócrata y su viudo, Alfonso Diez, no ha mejorado ni un ápice.
A pesar de esta tensa relación, Alfonso no quiso perderse el homenaje y no dudo en situarse entre los hijos de la homenajeada, escenificando un acercamiento que sorprendió a muchos de los asistentes. Sin embargo, se quedó solo en eso, en una representación que es muy poco probable que devenga en una verdadera relación entre los vástagos y él.
En este sentido, Carmen Tello también aseguró a este periódico que el viudo "está muy mal, desesperado. Cuando se murió la duquesa no se creyó su muerte, porque ella siempre decía que se recuperaría. Además, bromeaba con el hecho de que iba a durar hasta los 100 años". Por eso, su presencia en este homenaje también es una forma de decirle adiós a Cayetana, y más teniendo en cuenta la mala situación que ha padecido en los últimos meses cuando murieron "dos hermanos en menos de 15 días. Espero que este día le sirva para valorar lo bueno", añade Tello.
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