El pasado 11 de noviembre todo parecía felicidad en la familia Vargas Llosa e Isabel Preysler (66 años). A los premios J. Paul Getty, entregados Nueva York, acudieron el hijo menor del escritor, Álvaro (51), junto a su mujer, Susana, y su hija, Aitana. La gran sorpresa para el premio Nobel fue la presencia de Josefina y Ariadna, las hijas de su otro vástago, Gonzalo, quienes no anunciaron su llegada.
A todos ellos, como era de esperar, se unieron Mario Vargas Llosa (81), su pareja Isabel Preysler y Tamara Falcó (36). Todo un reencuentro que se presumía agradable y distendido. Sin embargo, hubo un factor que echó por tierra todas las buenas intenciones: la presencia inesperada, o no, de los fotógrafos.
El primer hijo del escritor, Gonzalo Vargas Llosa, sembró la discordia familiar y mostró su enfado en LOC a cuenta de la presencia de los fotógrafos en el evento. Ni él ni sus hijas sabían nada de medios de comunicación, creían que nadie las inmortalizaría.
Gonzalo: "Mis hijas no tenían idea que habrían fotógrafos"
Este miércoles se publicaron las imágenes de los premios y Gonzalo ha estallado:"Mis hijas y yo estamos muy sorprendidos con las fotos que se publicaron en la revista ¡Hola! el día de hoy. Mis hijas no tenían idea que habrían periodistas en el homenaje académico a su abuelo en Nueva York, y mucho menos que ¡Hola! publicaría fotos de ellas con la señora Preysler. De lo contrario, no hubiesen aceptado ir al premio. Si lo hicieron, es exclusivamente por el cariño y admiración que le tienen a su abuelo".
En su 'descargue', el hijo de Patricia Llosa (70) ha señalado a quien, según él, es la artífice de esta brecha familiar: "Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines: en este caso, para dar la impresión -muy falsa, por cierto- que tiene una relación con mis hijas. Pero la verdad es muy distinta. En estos dos años y medio desde que comenzó su relación con mi padre, la señora Preysler no ha invitado ni una sola vez a mis hijas a comer o a cenar en privado para poder conocerlas. Eso es exactamente lo que hubiese hecho si quisiera establecer una relación genuina y transparente con ellas. Y no lo ha hecho porque su único interés es la publicidad".
Mario rompe su silencio: "Yo advertí que habría fotógrafos"
Estas palabras no han caído en saco roto y el propio Mario Vargas Llosa, a través de la revista ¡Hola! ha emitido un comunicado en el que ha explicado la presencia de los fotógrafos: "El 11 de noviembre la Getty Foundation me honró con una medalla en la Morgan Library de Nueva York, en una cena a la que asistieron, además de mi hijo Álvaro y su esposa Susana, mis nietas Josefina, Aitana y Ariadna. Las tres sabían perfectamente que yo estaría acompañado por Isabel y yo mismo les advertí que habría fotógrafos en el acto. Me alegró que, pese a ello, las tres, que son mayores de edad, se empeñaran en asistir. Sugerir que cayeron en una emboscada o que "la señora Preysler" se benefició económicamente con aquellas fotografías es una calumnia. También es falso que Isabel no haya tenido gestos cariñosos con mis nietas. Hace muy poco, a pedido de ellas, las hizo invitar en Boston a un concierto de su hijo Enrique, quien las recibió y se fotografió con ellas. No haré ninguna otra declaración sobre este asunto".
Álvaro, el hijo menor del Nobel, lo defiende
Una vez expuestas las posturas enfrentadas, ¿qué opina el hijo menor del escritor, Álvaro? La citada revista también ha recogido su versión de los hechos: "Todos los miembros de mi familia sabíamos quiénes estarían allí y que era un acto muy público. Pido disculpas a mi padre, Isabel y Tamara por las injurias de que han sido objeto hoy a propósito de esa premiación. También agradezco a Isabel y Tamara la generosidad que han tenido para con las nietas de mi padre en el pasado".
A la luz de estas palabras, todo indica que el único hijo del premio Nobel que se mantiene en pie de guerra es Gonzalo. ¿Aclarará este embrollo Isabel Preysler en su próximo evento? ¿Limarán asperezas esta Navidad? Tiempo al tiempo.