Sara Montiel ya no podrá ser testigo de cómo Francisco Fernández Peñalver, el que fuera administrador de sus empresas, se sentará en el banquillo de los acusados por apropiación indebida de su dinero. Pero sí lo verán sus hijos, Zeus (34 años) y Thais (38).
Este lunes se celebra el juicio que tanto ansiaba vivir en primera persona la actriz y más aún cuando el acusado se enfrenta a seis años de cárcel. En 2010 Montiel interpuso una denuncia contra el que solo dos años antes nombró administrador único de sus sociedades Música y Estrellas S.L., Linche S.A y Elpi S.A.. Mediante ellas se gestionaba tanto la actividad profesional de la artista como su patrimonio inmobiliario y Fernández aprovechó la ocasión para defraudar a su clienta. Ese mismo año Saritísima ya manifestó en distintos platós de televisión que su administrador le había estafado y que el problema se resolvería ante el juez.
Ese día ha llegado, pero el recorrido hasta lo que ocurra este lunes ha sido muy largo. Cuando Sara Montiel tomó la decisión de denunciar a su administrador, la respuesta de él fue actuar también por la vía judicial contra a ella aludiendo lo que él consideró un caso de intromisión al derecho al honor. Le pedía a su hasta entonces clienta 350.000 euros en concepto de indemnización. Pero en 2013, año de la muerte de la coplera, el juzgado desestimó la petición de Francisco Fernández por no hallar sentido a su denuncia y además, fue el Ministerio Público el que le solicitó a él que fuera quien aportara la cifra que pedía -concretamente 344.707 euros- y que quedara en manos de los hijos de la ya fallecida actriz.
Los hijos de la artista no se han hecho cargo de la acusación, pero previsiblemente acudirán como testigos a la cita en el juzgado. Zeus y Thais siempre han permanecido con una posición discreta, pero el más joven reapareció hace unas semanas en televisión para presentar su nuevo disco, que ha producido, precisamente, gracias a la herencia que le dejó su madre. Mucho menos se sabe de Thais, que nunca ha sido amiga del sector mediático y ha huido de cualquier foco. Su último movimiento conocido fue poner en venta a principios de 2015 el dúplex madrileño que pertenecía a su progenitora en el barrio de Salamanca, que ofrecía por tres millones de euros.
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Cuando ya la artista ha desaparecido y sus hijos intentar seguir encauzando su vida, vuelve a su presente la figura de Francisco Fernández Peñalver, con quien Sara deseaba verse las caras ante el juez. Cientos de miles de euros de los que se apropió indebidamente podrían volver a su auténtica dueña -o mejor dicho, a su legado y descendientes- si finalmente, como está previsto, la acusación deba indemnizar a Zeus y Thais con los 350.000 euros que se solicitan.
En el escrito de acusación se indica que el administrador del dinero de la artista se embolsó indebidamente de 177.390 euros tras una jugosa alianza entre la empresa pública Don Quijote de Conmemoraciones culturales de Castilla-La Mancha S.A. y Música y Estrellas S.L., la sociedad de la artista. Y es que esa unión supuso un contrato de catorce actuaciones en galas que serían pagadas cada una de ellas a 15.080 euros. Pero entonces, Fernández vio la oportunidad de sacar tajada y enseguida advirtió a la empresa pública de que el destino del dinero había cambiado y que los ingresos fueran a parar a 4 Ideas Marketing & Licensig S.L., sociedad de la que era administrador único, y así fue como se apropio de los casi 180.000 euros.
Las malas intenciones de Francisco Fernández se pudieron llevar a cabo gracias a la confianza que se ganó por parte de Montiel durante años y que terminó poco después de que le nombrara gestor único de sus sociedades. Nada más recibir 'el nombramiento', en 2008, comenzaron los indebidos movimientos monetarios de Fernández para inflar su propia cuenta corriente. De hecho, ese primer año ya sumó a su patrimonio un total de 62.438 euros que pertenecía en realidad a la empresa que él solamente debía gestionar, Música y Estrellas S.L. Pero no perdió ocasión de hacerse continuos traspasos de dinero para su propio interés.
Otra de las empresas cuya gestión le cedió Sara Montiel, Elpi S.A., le dio grandes alegría al acusado. En su condición de administrador de dicha sociedad se embolsó indebidamente 16.000 euros gracias al alquiler de dos viviendas en Madrid. En una de ellas era incluso él mismo el que figuraba como inquilino y se realizada los pagos mensuales a su propia cuenta -un total de 5.500 euros-. Y el otro piso lo alquiló a terceros por un tiempo de más de un año y se apropió de 10.450 euros por ello. Otro de los traspasos que se realizó así mismo a una de sus diversas cuentas fue de 87.979 euros, e incluso se compró un coche con un valor aproximado de cien mil euros.
Por todo ello, Zeus y Thais harán lo posible para que el fraude a su madre no quede impune y el que fuera su administrador sea condenado a los seis años de cárcel que se piden. Si todo sale como queda atestiguado en el escrito judicial, los descendientes de Sara Montiel podrían recibir una cuantiosa cifra que ponga un final feliz a esa última voluntad de la artista que nunca llegó a ver cumplida. Solo quedan unas horas para conocer el desenlace.