Carmen Lomana detalla su vida sexual: "Me excita que me digan ordinarieces"
La celebrity ha concedido una entrevista sobre sexo a Lorena Berdún en Telemadrid y ha dejado titulares ardientes para la posteridad.
8 diciembre, 2017 16:21Noticias relacionadas
"Es absurdo tener reparos al hablar de sexo, es la vida, es como comer, como vivir. En un país que se supone que es tan liberal sexualmente ¿cómo les puede cohibir hablar de algo que a todos nos interesa y que deberíamos hablar mucho más?”. Esta fue una de las primeras frases que oímos este jueves a Carmen Lomana (69 años) en la entrevista que le concedió a Lorena Berdún (43) en Telemadrid, dentro del programa Sexo y etcétera, donde contó sus mayores secretos de alcoba.
Con unas declaraciones similares a las que hizo Terelu (52) en el polígrafo, Lomana le confesó a Berdún haber tenido que fingir orgasmos en alguna ocasión ("no hay alguno al que no hayamos engañado alguna vez"), y cree que hay una "gran catidad de mujeres muy frustradas, cuando puede ser algo muy fácil de solucionar".
Carmen, además, ha explicado que ha dado charlas en algún colegio mayor donde no se ha cortado al hablar del tema del sexo, y que en cierta ocasión dijo a las estudiantes que "no pasa nada por ser virgen hasta los 20 o 21, es mucho mejor que ir de colchón en colchón desde los 14". Y es que desde su experiencia, la mujer debe experimentar otro tipo de actividades sexuales antes de la penetración.
"El pie es muy erótico"
Dentro de sus preferencias a la hora de realizar juegos sexuales, Carmen habló sin tapujos sobre sus fetichismos. "El zapato es una pieza fetichista fundamental", confesó la socialité, quien admite que le gusta tener la pedicura perfecta y hacerse caricias con los pies en la cama con su pareja. "El mundo del zapato y del pie es algo muy erótico, muy sexy y que hay gente que lo tiene descuidado", afirmó, aunque no dudó en admitir que ella tiene "los pies feos porque tengo juanetes". También aclaró que le gusta hacer el amor a la luz de las velas (“es fundamental”), y que no le gusta practicarlo en silencio. "Me gusta hablar y que me hablen. Me excita que te digan hasta ordinarieces. No sé si debería decir todo esto, pero es fundamental, es que te sale si estás muy motivada y excitada". Aunque contó que según su experiencia a los hombres les cuesta hablar porque "están concentrados", pero es cuestión de educarlos y pedirles que te digan cosas en plena acción.
También confesó que le gusta cuidarse mucho y jugar con lencería, aunque en alguna ocasión se ha encontrado con quien le ha dicho "pareces una puta" al sorprenderle con algún conjunto erótico. "Si es un tío sensible y divertido te sigue el rollo y te lo pasas bárbaro, pero si es uno de estos panolis que te dicen qué haces, apaga y vámonos", comentó a Lorena. Igualmente, contó que le gusta hacer el amor en sábanas con polvos de talco, porque resbalan y "empapan y te envuelven un poco. Pero no tienes que poner como para salir como una albóndiga".
Una dura depresión tras enviudar
De su vida en pareja recordó cómo enviudó muy joven y tuvo una depresión que le hizo plantearse el acabar con su vida, porque "no quería vivir, yo que soy superpositiva y alegre". Sin embargo, "no me suicidé por estética. ¿Cómo me suicidio y que quede bien para el que me encuentre, aunque parezca una frivolidad?". Esto la hizo reflexionar y ponerse en manos de profesionales de la salud mental, y tras una época con medicación recuperó las ganas de vivir.
Sobre el cortejo, Carmen Lomana confesó que "en España se está perdiendo" la caballerosidad, algo que le encanta. "Me tienes que poner la silla, me tienes que ceder el lado de dentro de la acera… Y si no saben, les enseño", afirmó sin cortapisas. Además quiso que no se confundiera caballerosidad con machismo, y explicó que las madres tienen que enseñar a sus hijas "para que se sepan valorar como mujeres, que te traten bien, que jamás te sientas humillada, que jamás pienses que te hacen de menos".
La entrevista terminó con Lorena Berdún regalando a Carmen Lomana un vibrador en forma de diamante, con varias funciones, obsequio que la empresaria aceptó de buena gana y prometiendo darle uso. "A lo mejor te llamo dentro de dos días y te digo no sabes cómo estoy, no me puedo ni sentar", bromeó al final del programa.
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