Probablemente, Gustavo González (51 años) ha pasado la peor tarde de su vida en el programa Sálvame. Entre lágrimas, el fotógrafo ha confirmado la noticia que hoy ha saltado a la luz pública: se ha divorciado de su mujer Toñi tras 30 años de matrimonio e hijos en común.
Todo un varapalo emocionalmente por el que el colaborador ha confesado estar atravesando "la peor etapa de su vida". Quiere mucho a la que ha sido su mujer, pero no la ama como debiera. "La voy a querer siempre", ha afirmado, a lo que ha añadido que "prefiere la felicidad de ella a la suya. No he sido un marido ejemplar".
Ha sido en ese momento de íntima confesión cuando Gustavo ha reconocido su deslealtad: "Me cuesta hablar de mi vida. Me cuesta mucho hacer daño a gente a la que quiero. Cuando tomo la decisión de dejar esta relación por honestidad, me siento egoísta por el dolor que he causado. No me arrepiento de la decisión. No he sido un marido ejemplar, he sido desleal. Últimamente estoy muy romanticón. Hay una frase de Sabina que me gusta es que 'no hay historia de amor con final feliz'.
En su matrimonio, González no era feliz, una certeza a la que le costó llegar: "La vida hay que vivirla con ilusión, con magia. No sé si os ha pasado, cuesta más decir ‘no te quiero’. No voy a trasladar lo que ella piensa por respeto a ella". ¿Cómo se han tomado sus hijos esta triste noticia? "Mis hijos están con los dos. Es bastante complicado. Estoy muy mal, roto, pero ya está".
Las palabras de Gustavo en Sálvame han estado cargadas de emoción: "No quiero dar lástima, ni dar pena, ni que se me entienda. Prefiero que se le entienda a ella. La tengo tanto cariño, aunque a ella no le gusta que diga que la sigo queriendo de alguna manera. Me gustaría que ella fuera feliz. No se merece este daño, porque es un pedazo de mujer".