Dos semanas después de confesar que se separaba de su mujer tras 30 años de matrimonio y reconocer que lleva casi ocho de relación con María Lapiedra (33 años), Gustavo González (52) se sentaba este sábado en Sábado Deluxe para hablar sobre esta historia de amor. Entre otras cuestiones, el colaborador contó que, aunque está arrepentido de esconder durante tanto tiempo su infidelidad, tiene todo el derecho a formar una familia con Lapiedra, de la que se confiesa enamorado.
"Me tenía que haber separado antes. Mi exmujer no se merecía vivir engañada. Toñi ha sido una persona que ha confiado en mí, que se cortaba las manos por mí. Se siente profundamente engañada. Pero merece poder comenzar otra vida", comentaba.
Gustavo no pudo controlar las lágrimas al recordar las declaraciones de sus hijos respecto a su matrimonio: "La pregunta ¿Por qué has engañado a mi madre, por qué la has destrozado la vida? Voy a intentar contener mis sentimientos porque no quiero parecer una víctima. Les dije que no fue mi intención. La quiero y siempre la querré. Es una excelente madre y no se lo merece".
"No pido que mis hijos me entiendan. No voy a meter con calzador a nadie. Si mis hijos me pusieran en al tesitura de si ellos o María, no sé lo que pasaría. Tengo que poner orden en mi vida, hablar con las personas que quiero. No voy a comenzar una relación de un día para otro. Tengo la intención que María esté en mi vida”, añadió.
Sin embargo, no será nada fácil. O al menos en lo que respecta a sus hijos. "Presenté a María a mis hijos en mi casa hace como dos meses. Fue un error el momento y el lugar. En ese momento ya no vivía con mi mujer. Su reacción no fue buena. Uno de ellos se quedó bloqueado. Bueno, lloraron. Para ellos soy el hombre que ha engañado a su madre. No me hablaron mal, pero fueron duros. Uno me dijo que se le había caído su héroe. Quiero que me acepten con mis debilidades y mis defectos. Y por encima del daño que les estoy haciendo, voy a luchar por ellos".
Tener hijos con María
"¿Estás enamorado de María?", le preguntaba Jorge Javier Vázquez. "Sí, estoy enamorado de María. A la María que conocéis y que yo desconozco cuando veo en televisión, no es la María que yo conozco. Estoy muy molesto con lo de los 1.000 polvos o los ocho en un día. Me da rabia que solo se hable de la pasión porque ha habido mucho cariño. Cuando ha sido madre, me ha mandado fotos", comentaba.
En cuanto a la posibilidad de tener hijos, González confesó que "me encantan los niños y, aunque no pueda hablar mucho por no hacer daño a mi familia, igual que me gustaría ser un abuelito joven y tirarme al suelo, sí me encantaría tener un hijo".
Respecto a las hijas de Lapiedra, preguntado por Lydia Lozano si había tenido alguna duda de si alguna podría ser suya, el paparazzi contestó rotundo. "La mayor es clavada a Mark. Te aseguro que no hay ninguna posibilidad".
No obstante, afirmó que de alguna manera esas niñas son un poco suyas porque María siempre le ha mandado fotos de ellas, ha estado a su lado y le reconocen como un amigo de su madre. "De alguna manera he estado en cada momento. Siempre me ha mandado fotos. Una de las cosas que enternece de María es verla cómo madre".
Mark, un hombre agresivo
Una de las confesiones más sorprendentes de la noche fue cuando Gustavo contó por primera vez cómo una madrugada de hace cinco años tuvo que ir en busca de María Lapiedra cuando se encontraba embarazada de su primera hija.
El colaborador confesó que María tuvo que encerrarse en una habitación por la agresividad de su marido. "Yo salí de mi casa y una noche fui a buscarla a un parque. Si se va a hacer un polígrafo, que diga si es agresivo. Cuando se puso tan gallito, le dije que ese día se libró. No sé lo que hubiera pasado. El Mark cándido y gracioso no es tal. Es un mentiroso. No es arquitecto, no curra. En Mark ha encontrado un compañero, un padre para sus hijas".
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